“A mí no me preocupa el sistema de pago, si pagan o no pagan, sino la calidad que están dando, porque es cierto que sí hay universidades de la ley 882 que tienen una buena presencia y dan un buen servicio, pero también hay otras que solo persiguen el lucro, verdaderos negocios”, manifestó Orlando Velásquez Benites.
El problema no es tanto que las universidades privadas adeuden –que de todas maneras deben cumplir con sus obligaciones-, sino que realmente sean centros superiores donde se enseñe con la calidad que se espera, para tener al cabo de 5 años profesionales de primera línea, afirmó el titular de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), Dr. Orlando Velásquez Benites. El también rector de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) señaló que la ley que favoreció a las universidades privadas salió sin condiciones, porque esa exoneración o beneficio debe redundar en beneficio de la comunidad y fundamentalmente de la excelencia académica.
“A mí no me preocupa el sistema de pago, si pagan o no pagan, sino la calidad que están dando, porque es cierto que sí hay universidades de la ley 882 que tienen una buena presencia y dan un buen servicio, pero también hay otras que solo persiguen el lucro, verdaderos negocios”, manifestó. Velásquez Benites no escatimó adjetivos para esas “malas universidades privadas”, pues afirmó que pagan mal a sus docentes, no cumplen su verdadero rol, y hasta permiten el egreso de profesionales improvisados, inclusive existen universidades de donde salen 600 y 800 abogados al año y dan Postgrados por 50 nuevos soles mensuales.
“Si se me pregunta si deben pagar o no, respondo que deben pagar impuestos aquellas que se han convertido en un lucro o un negocio, pero deben seguir el incentivo aquellas privadas que se identifican con la verdadera necesidad de estudio y progreso de la juventud”, anotó. El presidente de la ANR declaró igualmente que el Consejo Nacional para la Autorización de Funcionamiento de Universidades (Conafu) debe cesar la creación de más universidades pues en los años anteriores se había convertido en puertas libres para la creación de 50 privadas y existen haciendo cola 30 expedientes más.
“Debo hacer notar que a pesar que el Conafu es organismo supeditado a la ANR , nombramos a sus miembros, les pagamos sus haberes, sin embargo los intereses políticos y económicos les han dado una ley especifica que los hace independientes de la ANR y con tres votos crean nuevas universidades, muchas de ellas mediocres”, denunció. En ese sentido, está promoviendo una reestructuración del sistema de acreditación y de fusión del Conafu a la ANR para así cautelar sus verdaderos intereses.
De otro lado, sobre la creación del Ministerio de Inclusión Social dijo que es totalmente adverso a la creación de más burocracia, porque existen suficientes programas para hacer inclusión, y la misma universidad pública podría hacer más investigación y proyección, si tuviera los recursos que tienen las privadas.
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