El impacto de estas dos obras de infraestructura vial en la economía de Carabamba es sustancial, pues involucra las actividades de más de 2,870 ciudadanos, quienes estaban impedidos en temporada de lluvias de trasladarse hasta la capital del distrito y de transportar sus productos debido a las caudales de los ríos de la sierra.
Los pobladores de Cruz Pango, Munday Alto, Munday Bajo, Calchuday, San José de Salo, Ahijadero Bajo, Luis Vicente, Bello Amanecer y otras localidades del distrito de Carabamba, provincia de Julcán, tienen ahora mejores condiciones y facilidades para cumplir sus cotidianas actividades agropecuarias, económicas y sociales al ponerse en servicio los puentes carrozables de Munday y El Ahijadero, ejecutados por la propia población y el gobierno local asociados al Fondo de Compensación para el Desarrollo Social (Foncodes).
El Puente Carrozable de Munday, que tiene una longitud de 7 metros de largo demandó una inversión de 142 mil 645 nuevos soles, mientras que el Puente Carrozable El Ahijadero de 12 metros de longitud, demandó una inversión total de 185 mil 021 nuevos soles. Ambos fueron financiados por el Foncodes, programa del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, y fueron inaugurados recientemente por el representante zonal de Foncodes, Andrés Aguilar Abanto.
El impacto de estas dos obras de infraestructura vial en la economía de Carabamba es sustancial, pues involucra las actividades de más de 2 mil 870 ciudadanos, quienes estaban impedidos en temporada de lluvias de trasladarse hasta la capital del distrito y de transportar sus productos debido a las caudales de los ríos de la sierra liberteña. En la zona los campesinos cultivan papa, maíz, trigo, alverja, haba, entre otros productos, tanto para su propio consumo como para sacarlos a la venta en los mercados locales y provinciales.
El presidente del Núcleo Ejecutor del Puente Ahijadero, Esteban Gregorio Hilario manifestó que este proyecto como también el Puente Munday, se construyeron con material noble y que les ayuda a resolver los dificultades de comercialización de sus productos, así como el acceso a Carabamba, el pueblo capital del distrito. Aguilar Abanto dijo por su parte, que la modalidad de ejecución de ambos proyectos es una verdadera forma de participación democrática, pues son los pobladores quienes deciden y ejecutan las obras a favor de sus comunidades, y además rinden cuentas del uso de los fondos, mientras Foncodes les brinda asistencia técnica.
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