MONUMENTO DE LA PLAZA DE ARMAS EN PELIGRO DE COLAPSAR Y HUNDIRSE

“Hay manchas muy preocupantes de humedad o de hongos, aquí debe haber responsables, es un millón doscientos mil tirados al agua, aunque conociendo al alcalde le echarán la culpa al contratista, o dirán que el agua y los hongos eran apristas”, ironizó el Presidente de la Red Ambiental, Germán Espejo Sevillano. 

Cuando en el 2009, el municipio trujillano anunció la remodelación del Monumento a La Libertad, algunas voces solitarias, pero expertas, salieron al frente a criticar la colocación de piletas pues no tenían relación con el diseño artístico original. Hoy esas piletas han puesto en riesgo de colapso a nuestro monumento ícono de la trujillanidad, según denuncia de la Red Ambiental de Trujillo. Al costo de 1 millón 200 mil nuevos soles, se hizo la remodelación en tres meses, que incluyó la limpieza del monumento (siempre amenazado por el hongo que lo ha ido carcomiendo progresivamente), además de piletas y luminarias de colores.

Sin embargo en ese entonces, el entonces decano del Colegio de Arquitectos de Libertad, José Marmanillo Casapino, criticó el hecho de colocar piletas a la plaza de armas porque desnaturalizaba el contexto arquitectónico, incluso amenazó con presentar una acción ante la Corte Interamericana de Monumentos Históricos porque se iba a modificar una estructura que ya tenía muchos años de constituida. Pero contra viento y marea, sin importarle las opiniones en contra, la gerencia municipal a cargo de Luis Valdez ejecutó la obra.

Hoy, apenas un poco más de dos años de realizada la obra, aún dentro del periodo de garantía de la durabilidad de la obra, cualquiera que se acerque al monumento podrá apreciar a simple vista las graves filtraciones que ponen en peligro gravemente su estructura. Incluso los niños chapotean en losas alejadas del monumento hasta donde llegan las filtraciones que causan charcos permanentes a los costados del monumento. El abogado Germán Espejo Sevillano, de la Red Ambiental, criticó abiertamente a la actual gestión edil, encabezada por Acuña Peralta y la responsabilizó por los graves daños al monumento.

“Esto ya es el colmo, el monumento a La Libertad es un ícono de nuestra región, que Acuña modificó agregándole unas piletas  huachafas que han puesto en grave peligro al monumento, herencia de nuestros antepasados; es evidente que sólo los trujillanos de nacimiento o de corazón se preocupan por su ciudad, hay muchos a los que les da igual, no hay otra explicación para que la gente pase a diario por el monumento y nadie haya denunciado este preocupante hecho que sucede hace semanas según refieren los fotógrafos de la zona, yo trabajo en el valle y me bastó una sola mirada para darme cuenta de lo grave de la situación”, afirmó.

Asimismo, dijo que es sospechoso que ni el Instituto Nacional de Cultura - INC (ahora a cargo de la ex regidora de Acuña, Teresa Bravo Malca), ni el Colegio de Arquitectos, que incluso tiene su sede en la Plaza de Armas, no se hayan dado cuenta de este atentado contra un monumento icónico para los trujillanos, “¿cómo quieren declarar al centro histórico patrimonio de la humanidad si a nuestro monumento central primero lo huachafeamos y luego dejamos que se hunda o colapse por las filtraciones de una pileta que no tenía razón de ser?”, se preguntó el indignado dirigente.

Finalmente pidió la intervención inmediata de la Directora del INC, Bravo Malca, y agregó que ya era sabido que el monumento es de mármol travertino, es decir un material poroso; por lo tanto, era evidente que a cierto nivel de las piletas de agua estas no fueron completamente impermeabilizadas, “No sabemos hasta dónde llega la gravedad del caso, pero están afectadas seriamente las bases, hay manchas muy preocupantes de humedad o de hongos, aquí debe haber responsables, es un millón doscientos mil tirados al agua, aunque conociendo al alcalde le echarán la culpa al contratista, o dirán que el agua y los hongos eran apristas”, ironizó.

Recordó que esta no es la primera obra mal hecha en esta gestión, y lamentablemente todos los trujillanos las sufrimos a diario, ningún gerente es responsable y siguen las malas pistas, los semáforos desinteligentes que se caen, las piletas sin funcionar, el caos vehicular y la inseguridad. ¿Hasta cuándo?, se preguntó finalmente.