Desde el velatorio de la Parroquia Virgen de la Medalla Milagrosa lo acompañaron el decano de la Facultad de Educación, Alberto Moya Obeso y todo el cuerpo de docentes de Idiomas. En el Local Central fueron recibidos por la vicerrectora académica Dra. Vilma Méndez Gil.
A las 10.30 de la mañana la Universidad Nacional de Trujillo rindió Homenaje Póstumo a quien en vida fue el querido profesor de quechua Nery Eduardo Pajuelo Torres (75), a quien sus alumnos llamaban cariñosamente "Yachatseq" (maestro). El profesor Pajuelo Torres resultó víctima de la imprudencia de las empresas de transporte en el accidente que enlutó a más de 30 familias este sábado 13 de abril, cuando se fue al abismo el ómnibus de la empresa Horna de placa UD-4047 a la altura del kilómetro 70 (Otuzco).
Desde el velatorio de la Parroquia Virgen de la Medalla Milagrosa lo acompañaron el decano de la Facultad de Educación, Alberto Moya Obeso y todo el cuerpo de docentes de Idiomas. En el Local Central fueron recibidos por la vicerrectora académica Dra. Vilma Méndez Gil. “Era un docente identificado con su Universidad, como muy bien lo han dicho sus alumnos era un profesor intachable, pero ante todo una gran persona, un hombre correcto y un ejemplo a seguir”, manifestó la autoridad universitaria.
Agregó que aunque estemos tristes por su partida, hay que caminar como una gran familia universitaria con el objetivo de ser trascendentes como lo hizo Pajuelo Torres con la difusión del quechua. Por su parte, el decano de la Facultad también destacó los valores de quien laboró como profesor de Quechua Eduardo Pajuelo Torres, docente del Departamento de Idiomas y Lingüística de la Facultad de Educación y Ciencias de la Comunicación de la UNT.
Más adelante, el jefe del Departamento Felipe Temoche valoró su trabajo en el área de Proyección Social, con una mística especial en la enseñanza del idioma quechua que lo han hecho convertirse en un verdadero Yachatseq para múltiples generaciones de estudiantes de la UNT que tuvieron el privilegio de ser sus alumnos. El cortejo fúnebre partió con destino a la iglesia Medalla Milagrosa antes de emprender el último viaje al mediodía al cementerio Parque Eterno en la carretera a Huanchaco.
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