La primera experiencia ha sido en el colegio 80897 del caserío Cushuro, de Huamachuco que cuenta con 250 niños de educación primaria. En este caserío habitan cerca de 50 familias, que muy bien organizadas en su Apafa, Junta Vecinal, gobernación y agencia municipal han sido capacitadas para el mejor uso del aerogenerador.
Como parte de los 80 millones que se ejecutan en diversos campos de la investigación universitaria, la Universidad Nacional de Trujillo ya realiza con éxito, la primera etapa un proyecto que tiene el objetivo de diseñar, construir e instalar aerogeneradores de pequeña escala en Cushuro (Huamachuco). El investigador responsable del proyecto, Dr. Pablo Aguilar Marín, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas UNT, afirmó que la primera etapa fue evaluar los recursos eólicos para la construcción tres aerogeneradores que se instalarán en la UNT y en lugares rurales de La Libertad, en base al prototipo de la organización internacional WINDAID con la que se firmó convenio de cooperación.
La primera experiencia ha sido en el colegio 80897 del caserío Cushuro, de Huamachuco que cuenta con 250 niños de educación primaria. En este caserío habitan cerca de 50 familias, que muy bien organizadas en su Apafa, Junta Vecinal, gobernación y agencia municipal han sido capacitadas para el mejor uso del aerogenerador. Los niños, señala el profesor y director, Rusber Ibáñez Basilio, “ya usan en forma permanente las laptops donadas por el gobierno central, mejorando su rendimiento académico y familiarizándose con la tecnología, podemos recargar las baterías hasta de las radios, los celulares, calentar los alimentos que envía Qaly Warma”, afirmó.
“El cambio es notorio y estamos reconocidos por las instituciones como la UNT que contribuyen así con la educación de peruanos de extrema pobreza”, agregó. Severino Villanueva Henríquez, coordinador de la Junta Vecinal del caserío, señaló que “estamos coordinando y realizando los estudios previos para que las familias del caserío puedan contar con energía eléctrica, gracias al proyecto cargando sus propias baterías, esperando que otras instituciones como los municipios puedan contribuir en educación, salud y producción”, señaló el dirigente luego de suscribir documentos que acreditan la instalación y buen funcionamiento de los equipos.
Por su parte, Nicholas Warren, director de WINDAID, señaló que la meta es contribuir a la solución del problema de la falta de energía eléctrica de las zonas rurales aisladas o reducir costos de consumo de energía eléctrica, previa evaluación de los potenciales eólicos. Los materiales para la fabricación de los diversos componentes son seleccionados, garantizando una vida útil de no menos de 15 años y con un mínimo de mantenimiento. A sus 12 años el estudiante Abilo Vásquez Ramos camina paralelo al Camino del Inca que se muestra desafiante, a paso firme por senderos escarpados rumbo a su escuela a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.
Camina y trota durante casi una hora. Es que su meta es clara: al acabar la primaria, bajará a vivir con un hermano y seguir con la secundaria. “Soy campeón con la compu, lo haré muy bien con las enseñanzas de los profesores y con estas maquinitas que nos hacen aprender mejor”, declaró en sus tiernos y duros días de experiencia educativa, de la mano con sus labores en el trabajo familiar al borde una imponente laguna. Al día siguiente llegará con su mamá, pues le tocará turno para preparar los alimentos que en desayuno y almuerzo les hace llegar Qally Warma.
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