Requiere guiarse por el sentido común, la filosofía natural que acompaña al hombre, porque hasta los iletrados toman decisiones justas y proporcionales, como los campesinos que conducen animales de carga, ellos acuñaron la expresión que refleja sabiduría: “de acuerdo al tamaño del burro son los capachos”.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
Las personas que profesan un credo religioso, con un Dios tutelar, deben pedir al Señor sabiduría para tomar decisiones que se presentan cotidianamente de diferente envergadura, a fin de que éstas sean las más justas y guarden proporcionalidad generando equilibrio. Las personas más ilustradas tienen mayor obligación en sus decisiones a tomar, sopesando realidades y las consecuencias que se deriven, a favor o en perjuicio de terceras personas a veces con funestas consecuencias, por decisiones, que afecten a otros por no ajustarse a causas verdaderas y reales, ni guardar la justa proporcionalidad.
La toma de decisiones justas y proporciónales no es de exclusividad de personas ilustradas, profesionales, solo se requiere guiarse por el sentido común, la filosofía natural que acompaña al hombre, porque hasta los iletrados toman decisiones justas y proporcionales, como los campesinos que conducen animales de carga, ellos acuñaron la expresión que refleja sabiduría: “de acuerdo al tamaño del burro son los capachos”. Esta expresión encierra mucho de verdad, porque colocar capachos chicos a un burro grande, se pierde capacidad de carga y resulta risible al ver un tremendo burro con unos capachitos.
O al revés, un burro chico con grandes capachos que les roza las patas y les dificulta andar. Aunque debemos tener presente, al hablar de jumentos de carga adultos, porque podemos caer en una falsa apreciación al ver un asno chico y creer, que todavía no es adulto, por eso también debemos estar convencidos que “no porque el burro es chico, es tierno”.
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