El director de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior Universitaria (DEA ESU) del Sineace, Sandro Paz Collado, indicó que todas las casas de estudios superiores puede iniciar su proceso de autoevaluación, pero solo las que cuenten con el licenciamiento de la Sunedu podrán obtener la distinción.
Al igual que los programas de estudios (carreras) las universidades del país, tanto públicas como privadas, también pueden iniciar su proceso de acreditación institucional para demostrar su calidad educativa a toda la sociedad. Este procedimiento, establecido en el “Modelo de Acreditación Institucional de Universidades” que oficializó el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace) en junio del 2017, propone cambios en las instituciones educativas para mejorar de manera progresiva, permanente y sostenida.
Tras comentar que seis universidades ya trabajan para obtener su acreditación institucional, el director de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior Universitaria (DEA ESU) del Sineace, Sandro Paz Collado, indicó que todas las casas de estudios superiores puede iniciar su proceso de autoevaluación, pero solo las que cuenten con el licenciamiento de la Sunedu podrán obtener la distinción. Asimismo, explicó que este modelo de acreditación institucional ayuda a las universidades a “analizar su quehacer, fortalecer su capacidad de autorregulación e instalar una cultura de calidad institucional de mejora continua, todo basado en el propio plan estratégico de cada universidad”.
“El nuevo modelo y la matriz de estándares se formula con el propósito de llamar a la reflexión y promover un mayor análisis y valoración de la relación entre: qué se propone la universidad, qué efectivamente realiza, qué obtiene como resultado y qué tiene que hacer para mejorar”, precisó. Paz Collado agregó que el modelo en su estructura posee cuatro categorías generales, pero el eje central es la gestión institucional, en la que se evalúa el proceso de enseñanza aprendizaje, el soporte a los estudiantes y docentes, así como los procesos de innovación e investigación y responsabilidad social.
“Además, están la gestión estratégica, en la que se evalúa cómo se planifica y conduce la institución; el soporte institucional, que evalúa los aspectos relacionados con la gestión de recursos, infraestructura y materiales y la categoría de los resultados en la que se verifica el impacto en la sociedad y la rendición de cuentas”, dijo.
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