Representantes de AC Pública -que elaboró el proyecto “Gestión de Riesgos en la Quebrada San Idelfonso”- aseguran que hay que controlar el cauce de la quebrada y eso se podría lograr con 33 diques disipadores. Luego debe verse cómo se saca el agua controlada fuera del área de peligro y que la mejor forma sería al río Moche.
Alternativas de solución integral al problema de la quebrada San Idelfonso ante fuertes lluvias -a nivel de estudios de pre inversión-, presentaron en una mesa técnica en la que luego se escuchó a autoridades y representantes de instituciones y organismos públicos y privados, de la sociedad civil organizada y gremios profesionales relacionados al tema. El gobernador Luis Valdez Farías sostuvo que la solución final que se adopte debe ser eminentemente técnica, no política y que seguramente habrá más alternativa que las expuestas ayer, pero que las autoridades políticas deben apoyar la que sea más razonable.
“Se seguirá socializando las propuestas y enriqueciendo el proyecto hasta encontrar una solución eminentemente técnica. Está no se va a dar de un día para otro, pero estamos avanzando”, dijo. Para solucionar este problema, indicaron representantes de AC Pública -que elaboró el proyecto “Gestión de Riesgos en la Quebrada San Idelfonso”- hay que controlar el cauce de la quebrada y eso se podría lograr con 33 diques disipadores. Luego debe verse cómo se saca el agua controlada fuera del área de peligro y que la mejor forma sería al río Moche.
Explicaron que pasar un canal por Trujillo implicaba mayores costos de construcción y tiempo y que se tendría que paralizar gran parte de la ciudad, generando molestias en la población y el comercio local. La primera alternativa incluye 33 diques en las microcuencas de la quebrada para mitigar la fuerza del agua acumulada por las lluvias y llevar el agua por un canal subterráneo hacia el mar pasando por Trujillo. La segunda llevar el agua por la parte alta de Laredo hasta el río Moche. La tercera llevar el agua hasta el río Moche por la parte baja, descartando riesgos para la población.
Si se quiere hacer por la parte de arriba de Laredo se tendría que considerar un robustecimiento del canal para no poner en riesgo a la quebrada San Carlos. Igualmente dieron a conocer que durante la etapa de valoración de propuestas se analizaron más alternativas pero que se fueron descartando considerando el costo beneficio. “Este es el segundo proyecto más importante de solución integral avanzado en el país”, puntualizó Valdez, lo que fue complementado por el director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Edgar Quispe, quien agregó que el primero es el río Chillón, destacando la participación de la empresa privada en este proyecto.
“El Estado está trabajando de manera coordinada con el Gobierno Regional y la empresa privada buscando solución integral al problema. Ya se hizo la descolmatación a la quebrada para salvar temporalmente el riesgo existente, pero esa no es la solución al problema”, dijo. Añadió que después de la etapa de socialización del proyecto y de determinarse la alternativa más conveniente en esta etapa de preinversión se tendría que conseguir la viabilidad para el mes de junio, convocar luego a concurso la elaboración de los expedientes técnicos, lo que demandaría unos ocho meses y que la obra estaría terminándose en el 2019.
“Estamos bastante encaminados para encontrar la solución definitiva e integral”, precisó. En el evento se indicó también que para evitar el impacto futuro en el río Moche y el riesgo de desbordes, se tiene que trabajar en un plan integral de la cuenca, lo que debe ser incorporado a la Reconstrucción con Cambios.
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