Al inicio de la Celebración Eucarística, Monseñor Miguel Cabrejos pidió a los fieles orar al Señor por cada uno de ellos, para que el Espíritu Santo derrame sus gracias, sus dones y la Santísima Virgen María los proteja siempre”. La celebración concluyó con una postal entre los nuevos sacerdotes y diáconos juntos al celebrante y concelebrantes.
En la Solemnidad de Santo Toribio de Mogrovejo, patrono de la Arquidiócesis de Trujillo, cinco jóvenes recibieron la Ordenación Sacerdotal y tres la Ordenación Diaconal, conferida por el Arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM, durante una solemne Eucaristía, en la Basílica Catedral. La Misa de Ordenación Sacerdotal y Diaconal estuvo concelebrada por el Obispo Auxiliar de Trujillo, Mons. Timoteo Solórzano Rojas, el rector del Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo, R.P. José Luis Villacorta y sacerdotes de esta Jurisdicción eclesiástica.
Ellos durante el rito de Ordenación, oraron por los candidatos e impusieron sus manos sobre los nuevos ordenados, egresados de la mencionada cada de formación. Los nuevos sacerdotes son: Pbro. Andrés Leonardo Ruiz Rojas, Pbro. Gilmer Vera Tafur y Pbro. Cosmas Mutie Wambua, igualmente, Pbro. John Bayron Zapata Marulanda y Pbro. José Fabián Bedoya Restrepo. En tanto, los nuevos diáconos son: Diac. Alfredo Eustaquio Gamboa, Diac. Justus Mwangangi Ndambuki y Diac. Carlos Alberto Cortez Zamora.
Al inicio de la Celebración Eucarística, Monseñor Miguel Cabrejos pidió a los fieles orar al Señor por cada uno de ellos, para que el Espíritu Santo derrame sus gracias, sus dones y la Santísima Virgen María los proteja siempre”. La celebración concluyó con una postal entre los nuevos sacerdotes y diáconos juntos al celebrante y concelebrantes, para luego fundirse en un sinnúmero de abrazos y felicitaciones entre amigos, familiares y fieles asistentes, llegados de todas partes de la ciudad y el país.
El Pbro. Bayron Zapata Marulanda, no pudo evitar sus palabras de emoción tras su ordenación: “Me siento feliz, en un don inmerecido, gracias a Dios, a nuestra Madre Santísima, a las oraciones de tantas personas que oraron por este proceso de formación, por estar en este momento, y decirle a todos que no he llegado a la cima, sino que continúa, hay que seguir escalando eternamente, como decía monseñor, el sacerdocio es para la eternidad”.
La Arquidiócesis de Trujillo expresa su alegría por el testimonio de corazones generosos dispuestos a amar y servir y por el aumento y santificación de las vocaciones sacerdotales; para que el Señor, dueño de la mies, mueva el corazón de jóvenes valientes a escuchar, discernir y vivir su llamada a la vida ministerial, en nuestra Arquidiócesis y en la Iglesia Universal.
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