El presidente, que sobrevoló las provincias más afectadas, señaló que la "primera prioridad para el Gobierno es salvar vidas, en segundo lugar velar por la infraestructura pública y en tercer lugar los cultivos y las propiedades de las gente". Y anunció que Venezuela donará a Ecuador tres millones de dólares.Quito.- La situación se agrava en Ecuador. La cifra de damnificados por las inundaciones se incrementó de 60 a 120.000 personas en menos de 24 horas, según informó a elmundo.es el director de Defensa Civil, el coronel Roberto Rodríguez. El presidente de la República, Rafael Correa, se dirigió al país para informar de las acciones gubernamentales. Según sus estadísticas hay 265.000 personas evacuadas y 16 fallecidos. Correa resaltó que el estado de emergencia que fue decretado el pasado miércoles permite a la fuerza pública requisar a la sociedad civil todo lo que sea necesario para salvar vidas y ayudar a los damnificados.
El presidente, que sobrevoló las provincias más afectadas, señaló que la "primera prioridad para el Gobierno es salvar vidas, en segundo lugar velar por la infraestructura pública y en tercer lugar los cultivos y las propiedades de las gente". Y anunció que Venezuela donará a Ecuador tres millones de dólares. La solicitud de ayuda solicitada este jueves por el Gobierno ha sido positiva. Después de haber recibido las 17 toneladas en vituallas, carpas y otros equipos que llegaron desde Argentina, para este sábado está prevista la llegada de envíos japoneses con mantas y carpas.
España, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), enviará desde su puesto logístico en Panamá, 8.5 toneladas en materiales de abrigo y una planta potabilizadora de agua. Un segundo envío, con 10 toneladas de material humanitario, estará en Ecuador el próximo miércoles, según informó una fuente de la Embajada en Quito. Según la cifra gubernamental, unos 3.5 millones de ecuatorianos, la cuarta parte del total de la población, están afectados por la arremetida de la naturaleza que ya registra 12 muertos y una persona desaparecida.
Un total de 4.201 militares fueron movilizados para socorrer a la población de 11 provincias que sufren las consecuencias de de la mayor precipitación de lluvias registrada en la última década. La fuerza pública intenta sacar a lugares seguros a los habitantes de las zonas del litoral, anegadas por el desborde de los ríos y las constantes precipitaciones que, según el Instituto de Meteorología (INAMI), no cesarán hasta finales del mes de marzo. En la sierra norte y central el desprendimiento de tierras montañosas, grandes rocas y el incremento del caudal de los ríos amenazan con sepultar varias viviendas, según la Defensa Civil.
Un panorama desolador
El panorama es desolador. Las televisiones de los medios locales dan cuenta de las millonarias pérdidas por la destrucción de carreteras, puentes y casas. El agua ha arrasado 102.000 hectáreas de cultivos, pérdidas que según un primer balance del dirigente agrícola Roboam Gavilanes, ya superan los 400 millones de dólares. Y el 85 % de los cultivos de arroz también han sido echados por tierra.
Pese a que el agua haya inundado medio metro el interior de las viviendas, algunos ciudadanos han optado por encerrarse en sus casas para evitar ser picados por las culebras, que se encuentran en la gran masa de agua acumulada en las calles de varias poblaciones. Los alimentos comienzan a escasear. Algunos jefes de familia buscan tortugas en los pozos como medio alimenticio y tratan de poner barricadas con sacos de arena para evitar que sus humildes viviendas sean arrastradas por la corriente de los desbordados ríos.
"El problema no es ahora. Apenas empieza, porque lo grave será cuando el agua acumulada se convierta en lodazales, aparezcan las enfermedades, los caminos hayan desaparecido y confirmemos que perdimos nuestras tierras y nuestros sembríos" dijo Laura Carvaja, que vive en el sector Naranjal, en la provincia del Guayas. Pese a que se ha declarado la emergencia nacional, el Gobierno no da abasto para llevar ayuda a más de 4.000 personas que lo han perdido todo y han sido acogidas en escuelas o por vecinos y familiares. (Agencias)
Pese a que el agua haya inundado medio metro el interior de las viviendas, algunos ciudadanos han optado por encerrarse en sus casas para evitar ser picados por las culebras, que se encuentran en la gran masa de agua acumulada en las calles de varias poblaciones. Los alimentos comienzan a escasear. Algunos jefes de familia buscan tortugas en los pozos como medio alimenticio y tratan de poner barricadas con sacos de arena para evitar que sus humildes viviendas sean arrastradas por la corriente de los desbordados ríos.
"El problema no es ahora. Apenas empieza, porque lo grave será cuando el agua acumulada se convierta en lodazales, aparezcan las enfermedades, los caminos hayan desaparecido y confirmemos que perdimos nuestras tierras y nuestros sembríos" dijo Laura Carvaja, que vive en el sector Naranjal, en la provincia del Guayas. Pese a que se ha declarado la emergencia nacional, el Gobierno no da abasto para llevar ayuda a más de 4.000 personas que lo han perdido todo y han sido acogidas en escuelas o por vecinos y familiares. (Agencias)
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