Abrieron el desfile militar el comando Chavín de Huántar, que lograron el histórico rescate de rehenes en la residencia del embajador del Japón en 1997. Le siguió la Compañía Perú, contingente militar que forma parte la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití.
Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional deleitaron hoy una vez más al pueblo peruano con su marcha, indumentaria y equipamiento durante la Gran Parada Militar realizada en la Avenida de la Peruanidad, en el distrito de Jesús María, donde el trote del personal del Ejército fue quizá el hecho que llamó más la atención. El desfile, que duró una hora con 50 minutos, fue presidido por el presidente de la República, Alan García Pérez, y además contó con la presencia de los ministros de Estado, representantes de los poderes Legislativo y Judicial, de la iglesia católica, así como otros invitados.
Antes de la llegada del jefe del Estado hizo lo propio su esposa, Pilar Nores, quien acudió acompañada del hijo menor del presidente, Federico Danton García Chessman, aunque también se pudo ver a Alan Raúl, otro de los hijos de García Pérez. Con la presencia del presidente, y luego de entonarse el Himno Nacional, empezó la tradicional Parada Militar. El jefe de línea, comandante general de Armas Paúl Tito da Silva, fue el encargado de pedir la autorización al dignatario para dar comienzo al desfile.
Este año, el invitado especial fue el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, quien se encuentra en el país en representación del presidente Álvaro Uribe, precisamente para participar de las festividades patrias. Abrieron el desfile militar el comando Chavín de Huántar, que lograron el histórico rescate de rehenes en la residencia del embajador del Japón en 1997. Le siguió la Compañía Perú, contingente militar que forma parte la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití.
Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional deleitaron hoy una vez más al pueblo peruano con su marcha, indumentaria y equipamiento durante la Gran Parada Militar realizada en la Avenida de la Peruanidad, en el distrito de Jesús María, donde el trote del personal del Ejército fue quizá el hecho que llamó más la atención. El desfile, que duró una hora con 50 minutos, fue presidido por el presidente de la República, Alan García Pérez, y además contó con la presencia de los ministros de Estado, representantes de los poderes Legislativo y Judicial, de la iglesia católica, así como otros invitados.
Antes de la llegada del jefe del Estado hizo lo propio su esposa, Pilar Nores, quien acudió acompañada del hijo menor del presidente, Federico Danton García Chessman, aunque también se pudo ver a Alan Raúl, otro de los hijos de García Pérez. Con la presencia del presidente, y luego de entonarse el Himno Nacional, empezó la tradicional Parada Militar. El jefe de línea, comandante general de Armas Paúl Tito da Silva, fue el encargado de pedir la autorización al dignatario para dar comienzo al desfile.
Este año, el invitado especial fue el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, quien se encuentra en el país en representación del presidente Álvaro Uribe, precisamente para participar de las festividades patrias. Abrieron el desfile militar el comando Chavín de Huántar, que lograron el histórico rescate de rehenes en la residencia del embajador del Japón en 1997. Le siguió la Compañía Perú, contingente militar que forma parte la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití.
Institutos armados
El paso marcial y gallardo caracterizó a los miembros de las diferentes escoltas y compañías de la Marina de Guerra del Perú, el primero de los tres institutos armados en desfilar. Este destacamento estuvo presidido por el almirante jefe del agrupamiento José Gabriel Arrascue, quien al pasar por el estrado oficial hizo el saludo correspondiente al Presidente de la República, Alan García. Seguidamente, con su destacada banda de músicos y una importante participación femenina, desfiló la Fuerza Aérea del Perú (FAP), institución encargada de cautelar el espacio aéreo del país.
Cerró el paso gallardo de este glorioso instituto armado la compañía del personal femenino con el eslogan “Astucia, coraje y gloria”. Pero quizá el que se llevó mayores aplausos fue el siguiente instituto armado: el Ejército, que a la cabeza de su comandante general Edwin Donayre desfiló por primera vez a paso ligero, trotando, lo que llamó poderosamente la atención de todos los presentes.
Entre los que transitaron por la avenida de la Peruanidad estuvieron los cadetes de la Escuela Militar de Chorrillos, del colegio militar Leoncio Prado, las fuerzas especiales, las escuelas de técnicos y suboficiales, así como las unidades blindadas y motorizadas. El trote de este destacamento militar fue acompañado por diferentes temas musicales interpretados por la banda del Ejército. Uno de ellos fue Vírgenes del Sol -del fallecido compositor Jorge Bravo de Rueda-, que, a ritmo andino, hizo bailar en sus propios asientos a algunas congresistas como Hilaria Supa.
Cerró el desfile el paso de la Policía Nacional, que hizo una verdadera demostración de destreza, habilidad y profesionalismo y que además exhibió las unidades móviles adquiridas recientemente para la lucha contra la delincuencia. Destacaron en el desfile de la Policía los representantes de la Escuela Técnica Superior San Bartola de Huancavelica con un atuendo especial en el que se distinguía un chullo, en homenaje a ese pueblo serrano.
Con sus uniformes de gala -que incluyen una larga capa-, se pudo apreciar además a un destacamento de policías femeninas. Las seguían los efectivos encargados de controlar disturbios, conocidos como “robocops”, quienes llevaban un atuendo especial hecho de baquelita y fibra de vidrio, que les otorga una protección especial. Un detalle simpático fue la presencia de niños vestidos de comandos, que acompañaban el paso de los efectivos policiales.
La Unidad de Rescate merece una mención especial, al exhibir a algunos de sus integrantes suspendidos en el aire mediante sogas sobre una balsa de goma, dando la impresión de que estaban a punto de caerse, en una acción de riesgo. Junto a las unidades aéreas de la PNP también sobrevolaron el Campo de Marte algunas aeronaves de la FAP y de los otros institutos armados. Al finalizar el desfile, el jefe del Estado se retiró a pie escoltado por la guardia presidencial denominada Húsares de Junín. (Andina)
Cerró el paso gallardo de este glorioso instituto armado la compañía del personal femenino con el eslogan “Astucia, coraje y gloria”. Pero quizá el que se llevó mayores aplausos fue el siguiente instituto armado: el Ejército, que a la cabeza de su comandante general Edwin Donayre desfiló por primera vez a paso ligero, trotando, lo que llamó poderosamente la atención de todos los presentes.
Entre los que transitaron por la avenida de la Peruanidad estuvieron los cadetes de la Escuela Militar de Chorrillos, del colegio militar Leoncio Prado, las fuerzas especiales, las escuelas de técnicos y suboficiales, así como las unidades blindadas y motorizadas. El trote de este destacamento militar fue acompañado por diferentes temas musicales interpretados por la banda del Ejército. Uno de ellos fue Vírgenes del Sol -del fallecido compositor Jorge Bravo de Rueda-, que, a ritmo andino, hizo bailar en sus propios asientos a algunas congresistas como Hilaria Supa.
Cerró el desfile el paso de la Policía Nacional, que hizo una verdadera demostración de destreza, habilidad y profesionalismo y que además exhibió las unidades móviles adquiridas recientemente para la lucha contra la delincuencia. Destacaron en el desfile de la Policía los representantes de la Escuela Técnica Superior San Bartola de Huancavelica con un atuendo especial en el que se distinguía un chullo, en homenaje a ese pueblo serrano.
Con sus uniformes de gala -que incluyen una larga capa-, se pudo apreciar además a un destacamento de policías femeninas. Las seguían los efectivos encargados de controlar disturbios, conocidos como “robocops”, quienes llevaban un atuendo especial hecho de baquelita y fibra de vidrio, que les otorga una protección especial. Un detalle simpático fue la presencia de niños vestidos de comandos, que acompañaban el paso de los efectivos policiales.
La Unidad de Rescate merece una mención especial, al exhibir a algunos de sus integrantes suspendidos en el aire mediante sogas sobre una balsa de goma, dando la impresión de que estaban a punto de caerse, en una acción de riesgo. Junto a las unidades aéreas de la PNP también sobrevolaron el Campo de Marte algunas aeronaves de la FAP y de los otros institutos armados. Al finalizar el desfile, el jefe del Estado se retiró a pie escoltado por la guardia presidencial denominada Húsares de Junín. (Andina)
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