Presidente de gremio exportador, Juan Varilias Velásquez, indicó que el problema de fondo es que en la actualidad no hay suficientes cultivos de algodón que satisfagan la demanda de los confeccionistas. “La decisión de nuestra autoridad sanitaria demuestra que no hay mayor riesgo sanitario en el ingreso de esos insumos”, opinó.
Luego que un vocero del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) confirmara que en las próximas horas se levantará la medida que suspende la importación de hilados y fibra de la India, el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Sr. Juan Varilias Velásquez, confió que los exportadores de confecciones recuperen poco a poco su competitividad, severamente perjudicada por la crisis mundial y la incapacidad de acceder a insumos de la India, en especial los pequeños y medianos empresarios de Gamarra.
Recordó que el pasado 23 de agosto, SENASA, mediante Resolución Directoral Nº 26-2011-AG-SENASA-DSV, suspendió por 120 días los permisos fitosanitarios para el ingreso de hilados y fibra de algodón provenientes de la India, debido a la detección de plagas cuarentenarias existentes en ese país. Varilias Velásquez manifestó que esa norma ocasionó un gran problema a los confeccionistas peruanos que no solo vieron reducir sus pedidos por la coyuntura internacional, sino también porque no podían acceder a insumos con precios más competitivos.
“La decisión de nuestra autoridad sanitaria demuestra que no hay mayor riesgo sanitario en el ingreso de esos insumos”, opinó. Añadió también que la labor de SENASA es muy importante para el desarrollo del comercio exterior peruano, por lo que solicitó fortalecerlo con un presupuesto que le permita tener profesionales y técnicos de primera línea, así como para hacer su labor de campo.
“Los exportadores queremos aprovechar mejor los mercados ya existentes y abrirnos a otros nuevos, pero eso no será posible si no tenemos una sólida autoridad sanitaria”, comentó. El líder exportador indicó que el problema de fondo es que en la actualidad no hay suficientes cultivos de algodón que satisfagan la demanda de los confeccionistas, más aún, los precios a los que son comercializados no son competitivos. “Tenemos una agenda pendiente a fin de tener una cadena textil-confecciones competitiva según los estándares internacionales”, dijo.
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