Ante
la insistencia del apelante para anular la sentencia, la representante del
Ministerio Público expuso, en audiencia una breve reseña de los hechos materia
del presente proceso explicando que la menor ha declarado, a nivel de Fiscalía
de Familia, que el sentenciado la obligaba a practicarle sexo oral.
Elio
Garro Maslucan continuará purgando su sentencia de 35 años, luego que
la fiscal adjunta superior Deysi Marixel
Saldaña More, de la Tercera Fiscalía Superior Penal de La Libertad, lograra
su confirmación, por los delitos de violación sexual de menor de edad en
agravio de la menor de iniciales S.C.R.M.
(11), pornografía infantil en agravio de la sociedad y tenencia ilegal de
municiones en agravio del Estado.
Ante la insistencia
del apelante para anular la sentencia, la representante del Ministerio Público expuso, en audiencia
una breve reseña de los hechos materia del presente proceso explicando que la
menor ha declarado, a nivel de Fiscalía de Familia, que el sentenciado la
obligaba a practicarle sexo oral. Actualizó cada uno de los delitos cometidos
por el imputado manifestando que éste se ganó la confianza de la menor
agraviada y de toda su familia al haberle dado una casa donde vivir en el
sector Los Huertos de Huanchaco.
Además las invitaba a
comer a ella y a toda su familia y le regalaba cosas, supuestamente, por
encargo del padre de la menor que se encuentra purgando condena en el penal El
Milagro. En abril del 2011, en el domicilio indicado, el imputado acariciaba a
la menor y la sometía a sus bajos instintos cuando ésta se encontraba sola en
compañía de su hermano de iniciales H.G.R.M (8) y la amenazaba diciéndole que
si no lo hacía le iba a pasar algo malo a su mamá porque tiene un arma
escondida en la tierra de su casa.
Además, el
sentenciado le tomaba fotografías cuando la menor estaba desnuda refiriendo que
las iba a guardar para el recuerdo. Igualmente, la fiscal superior hizo hincapié
que durante las investigaciones se corroboró el delito de pornografía infantil
al habérsele encontrado fotografías con imágenes explícitas. Asimismo, el
delito de tenencia ilegal de municiones se constató el 30 de septiembre del 2011,
en circunstancias que se ejecutó la orden judicial de registro domiciliario.
Durante esta
diligencia, los efectivos policiales encontraron cartuchos calibre 16 sin percutar,
entre otros objetos incriminatorios. De esta manera, la Primera Sala Superior
de Apelaciones analizó los fundamentos esgrimidos y resolvió por unanimidad
confirmar la condena a 35 años de pena privativa de la libertad efectiva por
los delitos antes mencionados.
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