Yovany Rodríguez Dávila iba constantemente al baño, se demoraba y siempre llevaba su cartera; mientras todo el personal se concentraba en el primer piso para el control de calidad de las pruebas A y B. De acuerdo al Tribunal de Honor, las docentes Marlene Rodríguez Espejo y Rosa Povis ratificaron su primera versión de los hechos.
El Tribunal de Honor de la Universidad Nacional de Trujillo acordó en sesión ordinaria con el voto en mayoría de sus miembros sancionar con Separación de dicha casa superior de estudios a la alumna de Derecho y representante estudiantil en la Comisión de Elaboración de Prueba, Yovany Rodríguez Dávila por haber cometido falta disciplinaria. De acuerdo al artículo 321 del estatuto universitario se considera falta disciplinaria cuando el estudiante presenta “conducta inmoral gravemente reprensible que afecte el prestigio y su condición de estudiante universitario”.
En el caso de la alumna se verificó una conducta sospechosa a las 10.40 de la noche del sábado 9 de marzo, previo al examen de Ciencias del domingo 10 de marzo (examen que tuvo que ser postergado para el domingo siguiente, 17 de marzo). La mencionada alumna iba constantemente al baño, se demoraba y siempre llevaba su cartera; mientras todo el personal se concentraba en el primer piso para el control de calidad de las pruebas A y B. De acuerdo al Tribunal de Honor, las docentes Marlene Rodríguez Espejo y Rosa Povis ratificaron su primera versión de los hechos.
Ellas fueron al dormitorio de mujeres y descubrieron en el bolso de la estudiante un celular de última generación con cámara, tres baterías, además de un ejemplar de la prueba B y debajo de su colchón un ejemplar de la prueba B. Lo más llamativo fue detectar que en su maletín unas sandalias con taco al descubierto donde habría introducido el celular. Igualmente, las docentes señalaron que la alumna confesó que “un señor Francisco Echevarría le había ofrecido 3 mil nuevos soles si ella lograba enviarle las pruebas A y B”
En aquella oportunidad, personal a cargo del examen dispusieron confeccionar e imprimir una nueva prueba, por lo que ese domingo, la primera versión que se tuvo fue la falla de las máquinas impresoras, ante la sobrecarga de impresiones. Los actos de la alumna trajeron como consecuencia un perjuicio para esta casa superior de estudios, tanto económico (reprogramación del examen de admisión) y daño en la imagen institucional.
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