TERREMOTO POLÍTICO

La detención preventiva por año y medio de una serie de personajes importantes, incluso con peso mediático, entre funcionarios, políticos y periodistas, vinculados de distintas maneras, más o menos, al accionar corrupto y violento del aún presidente regional César Álvarez, abrirá una caja de sorpresas y revelaciones…

Por: Ramón Requena Guerrero

(Extraído del Facebook)

Según veo y leo en la prensa diaria, aún nadie asume que la redada que acaba de iniciar el juez Richard Concepción Carhuancho, titular de la Corte Superior del Santa, con el affaire en la región Ancash, constituye un verdadero terremoto político de insospechables consecuencias en la política nacional, un hecho no repetido en nuestra historia desde que se desató la persecución de los condenados Montesinos y Fujimori.

La detención preventiva por año y medio de una serie de personajes importantes, incluso con peso mediático, entre funcionarios, políticos y periodistas, vinculados de distintas maneras, más o menos, al accionar corrupto y violento del aún presidente regional César Álvarez, abrirá una caja de sorpresas y revelaciones que comprometerá a nuevos sospechosos, muchos de los cuales ya deben estar haciendo cola en el aeropuerto para fugar.

Esto constituirá una larga cadena de involucrados enriquecidos de la noche a la mañana que a la larga terminará por confirmar que nuestra democracia solo ha servido para que profesionales de cuello y corbata organizados en bandas de pillos y truhanes, y hasta asesinos, se apoderen de nuestras instituciones representativas en las mismas narices de todos los órganos de control, amén del Congreso, la Justicia y Policía que nunca hicieron la fiscalización y vigilancia obligatoria ante tanta denuncia de los ciudadanos y poblaciones afectadas.

Esto solo es el principio de lo que se viene, los medios tendrán titulares para rato, y si los asesores del presidente Humala ya repararon en la trascendencia del terremoto político que ya remece las impecables oficinas de los poderosos, éste debe subirse inmediatamente al coche anticorrupción y apoyar y ayudar a limpiar la basura que invade nuestro sistema de gobierno para dejarle un camino bien asfaltado a su amoroso tormento, la ansiada carrera política de su esposa.