La Fiesta del Corpus Christi, que tuvo como protagonista a Jesucristo presente en Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad, arrasó multitudes, aumentó la fe en los fieles y realizó milagros a su paso por arcos y alfombras adornadas en el cuadrilátero de la Plaza de Armas de Trujillo.
Con un marco festivo miles de fieles proclamaron y renovaron su fe en Cristo presente en el Santísimo Sacramento durante la Solemnidad del Corpus Christi, desarrollado fervorosamente en la Plaza de Armas de Trujillo, lugar, que como en ocasiones anteriores, lució decorado con las mejores alfombras, arcos y rosas naturales. Fueron poco más de tres horas festivas en las que los feligreses venidos de todas las parroquias de la Arquidiócesis de Trujillo, experimentaron la inminente presencia de Jesucristo en la Eucaristía, como hace más de 20 siglos lo hiciera el pueblo de Jerusalén con el Mesías.
El momento más sublime de la decimoquinta edición del Corpus Christi se sintió en la entonación -a viva voz- del Himno del Corpus Christi, a su salida de la Basílica Catedral sobre su anda floral. Obispos, sacerdotes, autoridades, movimientos eclesiales, departamentos pastorales, grupos parroquiales y fieles en general corearon las sagradas letras musicales que resonarán en los próximos años en esta festividad. La Fiesta del Corpus Christi, que tuvo como protagonista a Jesucristo presente en Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad, arrasó multitudes, aumentó la fe en los fieles y realizó milagros a su paso por arcos y alfombras adornadas en el cuadrilátero de la Plaza de Armas.
El Arzobispo de Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos Vidate OFM, al celebrar la Solemne Misa concelebrada por su Obispo Auxiliar, Mons. Javier Travieso y sacerdotes de esta jurisdicción eclesiástica sobre un imponente estrado eucarístico, aprovechó su homilía para recordar que el hombre, desde su creación posee el aliento de Dios y por eso el ser humano, desde su origen desea y busca el encuentro con la divinidad. “Sólo en la búsqueda y en el encuentro con lo divino el ser humano encuentra su propia felicidad, su realización, su verdadera vocación humana, digna”, señaló el prelado.
“Las frases de Cristo dan solidez a esta realidad: “El reino de Dios está dentro de vosotros y “no solo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”, agregó. En otro momento se refirió a la muerte moral que aleja a la persona de la comunión con el Señor: “¿Y Cuáles serían los rostros de la muerte moral, hoy? ¿No es acaso la corrupción que se ha desbordado?; que la deshonestidad gane a la decencia?; donde el robo al dinero público avanza de múltiples formas?; que no se respeta la vida y da la impresión que la vida no vale nada?; acaso el efecto social de la corrupción y de la impunidad no alimenta una peligrosa indignación ciudadana?” preguntó el pastor de esta grey.
En tal sentido, invocó a las autoridades competentes a frenar la corrupción, la impunidad y la deshonestidad. “Debemos volver a apreciar en nuestra vida la lealtad, la decencia, el respeto, la integridad” deseó monseñor Miguel Cabrejos. Finalmente, pidió a los fieles escoger su vida amando a Dios y a los demás, porque sólo el amor nos hace felices porque vivimos en relación, y vivimos para amar y ser amados.
Tras el acto litúrgico, las andas con el Santísimo Sacramento emprendió el multitudinario recorrido procesional derramando bendiciones a todos los peregrinos que creen y celebran a Jesucristo presente en la Hostia Consagrada. La solemne y sagrada procesión culminó con la bendición Eucarística impartida por el pastor de la grey trujillana desde el estrado principal, acompañado de una exhibición de bombardas multicolores lanzadas desde la Basílica Catedral.
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