“En promedio una persona adulta requiere consumir 2,000 calorías diarias y los niños en promedio necesitan consumir entre 1,500 y 1,800 calorías para mantener su estado de salud en buenas condiciones. En situaciones de emergencia, debido al estrés, ese requerimiento puede incrementarse”, explicó D’Janira Paucar.
Los alimentos envasados altamente nutritivos y listos para consumir, así como el agua embotellada se convierten en prioritarios para las personas que atraviesas situaciones de emergencia, ya que les permitirá mantener una alimentación adecuada, destacó D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción. En ese sentido, recomendó donar conservas de pescado, que pueden ser de anchoveta, atún, caballa o bonito, así como menestras y frutas en conserva.
Es importante que estos envases cuenten con abre-fácil. También se recomienda donar frutos secos envasados, galletas de soda, de agua o galletas de vainilla. Con estos productos podrán cubrir sus necesidades nutricionales. “En promedio una persona adulta requiere consumir 2,000 calorías diarias y los niños en promedio necesitan consumir entre 1,500 y 1,800 calorías para mantener su estado de salud en buenas condiciones. En situaciones de emergencia, debido al estrés que enfrentan las personas, ese requerimiento puede incrementarse”, explicó.
Pasada la situación de emergencia y cuando las familias damnificadas ya cuenten con un lugar o espacio donde cocinar, requerirán alimentos envasados crudos como arroz, trigo, quinua, lentejas, frejoles, entre otros, así como aceite vegetal y azúcar. Agregó que en el caso de los niños, es muy importante mantenerlos hidratados y asegurar sus raciones de alimentación diaria, brindándole en la medida de lo posible proteínas, carbohidratos y vegetales para evitar problemas de malnutrición.
En el caso de los menores lactantes, la recomendación es no suspender esta práctica. La nutricionista exhortó a la población a optar por conservas de pescado a la hora de enviar ayuda a la población damnificada, ya que estas son una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales. “Si las conservas son de pescados azules como la caballa, bonito, jurel y anchoveta, aún mejor, pues en estas especies destaca el Omega 3, esencial para la salud de adultos y niños”, enfatizó.
Las latas no deben estar abolladas, golpeadas, oxidadas o hinchadas. Estos pueden ser signos de contaminación. Asimismo, es importante revisar la fecha de vencimiento del envase antes de comprarlo, así como su registro sanitario.
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