Los líderes de movimientos políticos improvisados, por falta de cuadros técnicos llaman como su gente de confianza para ocupar las gerencias municipales, a personas sin mayor preparación y sin el compromiso político para servir al pueblo trujillano y no hubo continuidad en el trabajo gerencial, fueron numerosos cambios sin resultados esperados.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
Movimientos políticos improvisados en tentar alcanzar la alcaldía del gobierno municipal de Trujillo, sin contar con cuadros técnicos ni el compromiso político a nivel de agrupación partidaria, no merecen ser tomados en cuenta para avalarlos con el voto democrático en las elecciones municipales y regionales de octubre próximo. Es demasiado evidente lo que ocurrió con la reciente gestión del alcalde Elidio Espinoza Quispe, frente a la importante ciudad de Trujillo metropolitano que alcanza el millón de habitantes, al culminar su gestión de cuatro años sentimos la amargura de haber perdido años y frenar el desarrollo de la ciudad, capital de una de las más productivas regiones del Perú.
Trujillo lamentablemente queda como ejemplo una mala gestión frente a la anterior gestión, aunque por colores políticos intentemos hacernos los ciegos, pero en esa gestión de ocho años al desarrollo urbano, se sumó el desarrollo social en favor de los más pobres y Trujillo ocupó el segundo lugar entre las 1,836 municipalidades del Perú, en llevar los programas sociales nacionales con transparencia y resultados positivos. La infraestructura urbana pública muy deteriorada por ineptitud en la gestión edilicia, sumado a los estragos causado por el niño costero dejaron también las vías asfálticas dañadas.
Inexplicablemente el alcalde de Trujillo se negó a recibir 30 millones de soles ofrecidas por el Gobernador del GRLL Luis Valdez Farías para rehabilitar las pistas asfálticas. Los líderes de movimientos políticos improvisados, por falta de cuadros técnicos llaman como su gente de confianza para ocupar las gerencias municipales, a personas sin mayor preparación y sin el compromiso político para servir al pueblo trujillano y no hubo continuidad en el trabajo gerencial, fueron numerosos cambios sin resultados esperados.
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