En la misiva el Pastor de la grey trujillana, señala, que esta fecha es propicia para recordar el valor supremo de la vida humana, que desde la concepción está llamada a desarrollarse en lo mejor que le podamos ofrecer, desde una familia sólidamente constituida, para que desde la infancia pueda generar los valores.
Con ocasión de celebrarse el 20 Aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del Niño, el Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM, hizo llegar su saludo cercano a todos los niños y niñas del Perú, lo mismo que a sus padres y a todas las personas e instituciones que se dedican a su cuidado y a la promoción de sus derechos.
En la misiva el Pastor de la grey trujillana, señala, que esta fecha es propicia para recordar el valor supremo de la vida humana, que desde la concepción está llamada a desarrollarse en lo mejor que le podamos ofrecer, desde una familia sólidamente constituida, para que desde la infancia pueda generar los valores y los recursos personales que le permita ser feliz y persona de bien en la sociedad.
Asimismo, consideró oportuno recordar las difíciles situaciones y el riesgo al que todavía están sometidos muchos niños, incluso desde el seno de sus madres, a causa de la promoción del aborto, la manipulación genética, la desintegración familiar, el trabajo y la explotación infantil, el maltrato y el abuso sexual, entre otras amenazas que atentan contra su dignidad de personas y de hijos de Dios.
Por último Mons. Miguel Cabrejos hizo una invocación para que, desde el respeto a la dignidad de todo niño y niña, se generen en las instituciones públicas y privadas, compromisos concretos que ayuden a consolidar la familia como célula básica de la sociedad, se les provea de la salud y educación conveniente y así les ofrezcamos un futuro pleno de alegría y esperanza.
Como se recuerda el 4 de Junio de este año se conmemoran 20 años de la firma de la Convención sobre los derechos del Niño. La Convención, firmada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, es el documento que reconoció los derechos civiles, las competencias y atribuyó responsabilidades a los niños y niñas de todas partes del mundo.
Con ocasión de celebrarse el 20 Aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del Niño, el Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM, hizo llegar su saludo cercano a todos los niños y niñas del Perú, lo mismo que a sus padres y a todas las personas e instituciones que se dedican a su cuidado y a la promoción de sus derechos.
En la misiva el Pastor de la grey trujillana, señala, que esta fecha es propicia para recordar el valor supremo de la vida humana, que desde la concepción está llamada a desarrollarse en lo mejor que le podamos ofrecer, desde una familia sólidamente constituida, para que desde la infancia pueda generar los valores y los recursos personales que le permita ser feliz y persona de bien en la sociedad.
Asimismo, consideró oportuno recordar las difíciles situaciones y el riesgo al que todavía están sometidos muchos niños, incluso desde el seno de sus madres, a causa de la promoción del aborto, la manipulación genética, la desintegración familiar, el trabajo y la explotación infantil, el maltrato y el abuso sexual, entre otras amenazas que atentan contra su dignidad de personas y de hijos de Dios.
Por último Mons. Miguel Cabrejos hizo una invocación para que, desde el respeto a la dignidad de todo niño y niña, se generen en las instituciones públicas y privadas, compromisos concretos que ayuden a consolidar la familia como célula básica de la sociedad, se les provea de la salud y educación conveniente y así les ofrezcamos un futuro pleno de alegría y esperanza.
Como se recuerda el 4 de Junio de este año se conmemoran 20 años de la firma de la Convención sobre los derechos del Niño. La Convención, firmada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, es el documento que reconoció los derechos civiles, las competencias y atribuyó responsabilidades a los niños y niñas de todas partes del mundo.
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