Carmen Salazar Cortegana, dijo que la investigación, que forma parte del proyecto: Impacto del Trabajo Infantil en la Vida de los Niños, Niñas y Adolescentes de 12 a 18 Años del Distrito El Porvenir, ha permitido tener un mapeo de las zonas donde se concentran los niños, niñas y adolescentes que trabajan (Nats).
Un estudio cuantitativo y cualitativo sobre el trabajo infantil en el distrito El Porvenir quedó listo y servirá para esgrimir estrategias mancomunadas contra este problema socioeconómico y cultural, informó el Centro de Promoción de la Mujer del Norte (CEPROMUN), en conferencia de prensa, el lunes 06, en la Municipalidad Provincial de Trujillo. El anuncio fue hecho cuatro días antes de su presentación oficial en la Universidad Nacional de Trujillo.
Según la directora ejecutiva del CEPROMUN, antropóloga Carmen Salazar Cortegana, la investigación, que es parte del proyecto: Impacto del Trabajo Infantil en la Vida de los Niños, Niñas y Adolescentes de 12 a 18 Años del Distrito El Porvenir, ha permitido tener un mapeo de las zonas donde se concentran los niños, niñas y adolescentes que trabajan (Nats), identificar sus características socioeconómicas, las áreas de concentración del trabajo infantil, así como recoger sus aspiraciones y perspectivas de vida.
“Con esta línea de base estamos en condiciones de plantear el problema a las instancias gubernamentales, para involucrar a las autoridades en la erradicación progresiva del trabajo infantil”, comentó Salazar Cortegana, indicando que el diagnóstico marca un hito científico contra una realidad que menoscaba el desarrollo humano de los niños y, consecuentemente, de la sociedad, trastocando una etapa lúdica y de estudio, y perpetuando el círculo de la pobreza.
Explicó que, si bien, existen diversas corrientes respecto a la erradicación o no del trabajo infantil, estas perspectivas no se basan en una información estadística cuali-cuantitativa real sobre el impacto del trabajo infantil en la vida de los niños, niñas y adolescentes trabajadores. Esta situación genera una invisibilización de la problemática y escasa atención de las políticas públicas a este grupo de la población, por lo tanto, no son priorizados en los planes de desarrollo, ni en los presupuestos participativos, a nivel local y regional.
El impacto del trabajo infantil se revela, a través de aristas como la educación: retraso en el nivel de escolaridad (pérdida en promedio de dos años de escolaridad, que a largo plazo significa 20% menos de salario durante toda su vida adulta); inasistencias reiteradas, repitencia escolar (67% dice que ha repetido algún grado en el nivel primario, como en el secundario) y deserción escolar (23% señala que abandonó la escuela, porque no poder aprender).
En cuanto a su salud física, presentan: enfermedades psicosomáticas (dolor de cabeza en forma permanente, depresión), lesiones (con “chaveta”, y se “chancan”), desnutrición (bajo peso, piel gris, cabello seco, quebradizo, de color rojizo y se desprende fácilmente), retraso en el desarrollo físico (95% de los Nats presenta retraso en su desarrollo físico, por deficiente e inadecuado aporte de nutrientes); salud mental: conductas agresivas (por entorno violento), conductas depresivas, cansancio o apatía permanente (95%); y personal: baja autoestima, pandillaje.
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