La premiación se realizó en el local del PNUD, en Lima. En representación de Caja Trujillo, el premio lo recibió la Gerente de División de Finanzas, Nancy Baquedano Romero; quien estuvo acompañada de la administradora de la agencia Chocope, Ananí Benavides; la jefa de Tesorería, Carola Moquillaza.
La propietaria del centro educativo Santa María Reina del distrito de Casa Grande ganó el segundo puesto en la categoría Servicios, del Premio a la Microempresa (Premic 2010), convirtiéndose en la única liberteña en obtener este galardón. El concurso es organizado a nivel nacional por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Citibank y Acción Internacional. Este premio reconoce los aportes de los microempresarios al desarrollo económico del país; y también destaca sus mejores prácticas, iniciativas y creatividad.
En este concurso participan todas las entidades dedicadas al rubro de las microfinanzas, por lo que Caja Trujillo postuló a tres de sus mejores clientes; uno de los cuales resultó ganador. La entidad microfinanciera recibió un reconocimiento especial por promover el desarrollo de los emprendedores; mientras que su cliente se hizo acreedora a dos mil dólares, trofeo y diploma de honor. Se trata de su cliente Olivia Ascoy Noriega, propietaria del Centro Educativo Santa María Reina, del distrito de Casa Grande.
La premiación se realizó en el local del PNUD, en Lima. En representación de Caja Trujillo, el premio lo recibió la Gerente de División de Finanzas, Nancy Baquedano Romero; quien estuvo acompañada de la administradora de la agencia Chocope, Ananí Benavides; la jefa de Tesorería, Carola Moquillaza. “Para Caja Trujillo es un honor recibir este reconocimiento, más aún sabiendo que hemos canalizado un premio para una de nuestras clientes de éxito”, afirmó Baquedano Romero.
Seguidamente agrego: “Teníamos confianza en que las historias de éxito presentadas obtendrían el premio y no nos equivocamos, pues en la institución no solo ofrecemos productos y servicios a nuestros clientes; sino que los acompañamos en su crecimiento. Y eso ha ocurrido con Olivia”, anotó. Por su parte, la ganadora Olivia Ascoy comentó que recibe la condecoración como un premio al esfuerzo que ha desplegado durante los últimos 15 años en hacer de su sueño una microempresa exitosa.
“En todo este proceso hemos tenido dificultades, pero también manos amigas, como Caja Trujillo, que nos ha acompañado en todo momento, no solo con créditos sino con el asesoramiento que necesitamos para seguir creciendo”, reveló. La historia de éxito de Olivia Ascoy Noriega se inicia tras su jubilación, luego de ejercer la docencia por más de 25 años. Junto a su esposo – también docente- se plantearon la idea de embarcarse en la aventura de tener su propio centro educativo.
Los inicios fueron bastante difíciles. Pero esto no los amilanó, al contrario les dio las fuerzas necesarias para ingresar al mercado educativo y ofrecer lo que su competencia no tenía: una educación basada en valores, que combinaba la educación antigua con la moderna. Y así se fueron haciendo conocidos. De 30 alumnos con los que empezaron a operar, ahora cuenta con cerca de 300 estudiantes, divididos en tres niveles: inicial, primaria y secundaria.
Cerca de 35 docentes le ayudan en todo el proceso de enseñanza, pues ella y su esposo se encargan de la administración. Y esto es precisamente uno de sus grandes logros, no sólo el de brindar educación de calidad a menores de edad; sino, que ofrece trabajo a decenas de egresados de Educación de universidades de la región, que ven en este centro educativo la oportunidad para desarrollarse como docentes.
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