Un agente de seguridad ciudadana, que hacía patrullaje preventivo a bordo de una motocicleta, observó a una mujer que agitaba las manos desesperadamente en el interior del taxi, pidiendo ayuda. El uniformado comenzó la persecución, a la que se sumaron sus compañeros, que habían sido avisados del hecho.
Dos jóvenes que habían regresado a nuestra ciudad desde Chimbote –a donde viajaron para visitar a sus familiares– y que habían sido secuestrados por un supuesto taxista y dos de sus secuaces, fueron liberados gracias a la oportuna y valiente intervención de agentes de la Gerencia de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, tras una espectacular persecución que culminó con la fuga de los maleantes.
El incidente se inició el domingo, a la ocho de la noche, cuando Claudia Vera Benites (22) y Nell Valverde Mori (28) apenas descendieron del bus que los trajo a Trujillo, en la cuadra 28 de la avenida América Sur, urbanización La Perla, abordaron el taxi tico color amarillo, con letrero de Servicio Gran Marquéz, de placa CC-3603. Solo habían avanzado una cuadra cuando de pronto el chofer detuvo intempestivamente el vehículo, al que subieron dos de sus cómplices quienes apuntaron con pistolas a los pasajeros, en tanto el conductor manejaba con dirección al óvalo Grau.
Un agente de seguridad ciudadana de Trujillo, que hacía patrullaje preventivo a bordo de una motocicleta, observó a una mujer que agitaba las manos desesperadamente en el interior del taxi, pidiendo ayuda. El uniformado comenzó la persecución, a la que se sumaron sus compañeros, que habían sido avisados del hecho a través de la central de comunicaciones de su unidad. Al notar la presencia de los agentes ediles, el chofer del taxi pisó más el acelerador y enrumbó por las calles de Monserrate, ingresó a la avenida Fátima con dirección a La Encalada y salió a la vía de Evitamiento, hacia el distrito de Víctor Larco.
En su desesperación por escapar, el conductor del tico volteó hasta dos veces en sentido contrario, para regresar, pero al ver la tenaz persecución de los policías de seguridad ciudadana, desistió de su intento. Más adelante, casi al llegar a Buenos Aires, el tico, en su loca carrera, embistió a una motocicleta de seguridad ciudadana en la iban dos agentes ediles, quienes cayeron aparatosamente a la pista sufriendo golpes y rasguños, felizmente sin mayor consideración. Esto al parecer asustó a los maleantes, pues cincuenta metros después detuvieron el vehículo, obligaron a bajar a las víctimas y continuaron su huida.
Minutos más tarde, efectivos de la Policía Nacional ubicaron el taxi abandonado en una de las chacras de la zona. Los delincuentes habían logrado fugar, aprovechando la oscuridad, sin embargo habían dejado en libertad a sus víctimas, sin causarles más daño. Finalmente, los dos jóvenes, los agentes de seguridad ciudadana de Trujillo y efectivos policiales acudieron a la Comisaría Buenos Aires, donde quedó registrado el delito y se harán las investigaciones respectivas.
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