También se reducen
gases tóxicos y contaminación ambiental. Las cocinas saludables se erigen en
los centros poblados de Huacascorral, Ingacorral, Totorapampa, Tambopampamarca,
Cruz de Chuca, Chusgón, Quillupampa y Mullipampa, en el distrito Angasmarca,
donde las familias demostraron buena apertura.
La
construcción de ciento treinta cocinas mejoradas está dando resultados más que
alentadores en Angasmarca,
comprensión de la provincia Santiago de
Chuco, ya que son menos los problemas de salud infantil asociados al
cocinar con fuego abierto en lugares cerrados, disminuyendo, de este modo, las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA),
y los casos de bajo peso al nacer, como una causa para la desnutrición crónica.
Las
mejoras responden al objetivo de reducir la emisión de gases de efecto
invernadero y la contaminación del espacio donde permanece la familia, dando
prioridad a madres gestantes y niños menores de treinta y seis meses de edad,
participantes del proyecto: Reducción de la Desnutrición Crónica en
Comunidades del Distrito de Angasmarca, Región La Libertad, que ejecuta la Agencia Adventista para el Desarrollo y
Recursos Asistenciales (ADRA) Perú.
El
uso diario de leña en fuegos abiertos es, también, un problema, entre otras
razones, por la contaminación del medio ambiente que producen sus residuos, como
el monóxido de carbono. Las mujeres y los niños son quienes más sufren los
efectos del humo, porque pasan más tiempo en la cocina. Estudios
epidemiológicos indican que la presencia de humo dentro de la casa está ligada
a las IRA y a la desnutrición infantil.
Las
cocinas saludables se erigen en los centros poblados de Huacascorral, Ingacorral,
Totorapampa, Tambopampamarca, Cruz de
Chuca, Chusgón, Quillupampa y Mullipampa, en el distrito Angasmarca, donde las familias
demostraron buena apertura, participando en la construcción de sus cocinas y en
el mejoramiento del ambiente de las mismas, dijo el coordinador del proyecto de
ADRA Perú en la zona, Percy La Torre
Echegaray.
El
proyecto aportó ladrillos, plancha de fierro, chimenea de latón, cemento,
varillas de fierro, plancha translúcida, yeso para el enlucido de las paredes
de la cocina y asistencia técnica. Las familias contribuyeron con adobes, arena
y mano de obra no calificada. Así, se considera una cocina saludable, si la
familia cumple los siguientes criterios: plan estratégico familiar, cocina
mejorada, alacena, plancha traslúcida (ilumina el ambiente) y animales fuera de
la cocina.
“Lo
conseguido es resultado de la estrategia de promoción de la salud:
familias con viviendas saludables, que financia la Asociación Civil Comarsa, en
la que se brindó asistencia técnica a albañiles de la zona, que construyeron la
cocina mejorada en el domicilio, con ayuda de la familia”, indicó La Torre y
que se hizo un seguimiento, mediante visitas domiciliarias, para constatar la
implementación de la tecnología y la adopción de prácticas saludables.
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