La mujer fue hallada culpable de citar a Dante Michel Baca Figueroa, hoy de 18 años de edad y alias “Bacasha Junior”, la misma noche del homicidio por las inmediaciones de un canal de televisión local, ubicado cerca de la escena del crimen, para entregarle el arma de fuego que el menor usó para acribillar por la espalda al policía.
A 20 años de pena privativa de la libertad efectiva fue condenada una mujer, que contrató a un sicario adolescente para victimar a un policía, hecho que se reportó la noche del 20 de julio de 2012, cuando el agraviado comía con su familia en un restaurante de parrillas ubicado en la Mz D lote 24 de la avenida Jesús de Nazaret (Urb. Covicorti de Trujillo). Doly Jacqueline Marquina Bocanegra (29), coautora de delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado por lucro, también fue sentenciada al pago de 50 mil nuevos soles de reparación civil a favor de los herederos legales del Sub oficial PNP Pedro William Gordillo Gutiérrez.
La mujer fue hallada culpable de citar a Dante Michel Baca Figueroa, hoy de 18 años de edad y alias “Bacasha Junior”, la misma noche del homicidio por las inmediaciones de un canal de televisión local, ubicado cerca de la escena del crimen, para entregarle el arma de fuego que el menor usó para acribillar por la espalda al policía, así como los 2,500 nuevos soles pactados como pago por el homicidio. Días después, el cuatro de agosto del mismo año, “Bacasha Junior” fue intervenido por la Policía, en un hostal de la Urb. La Perla, y al ser sometido al interrogatorio correspondiente aceptó la autoría del delito.
El sicario sindicó a la hoy condenada como la persona que lo contrató para ejecutar el homicidio, la que le proporcionó el arma de fuego usado en el mismo y el taxi tico donde finalmente huyó. La sumatoria de pruebas directas como son la declaración de “Bacasha Junior” y de los policías que lo intervinieron fueron fundamentales para que los miembros del Colegiado condenaran a Doly Marquina, cuyo accionar fue con pleno conocimiento y voluntad lo que se suma al reparto de roles, la concertación previa y la proporción de los medios necesarios para la consumación del ilícito penal, tales como el arma de fuego, la ubicación y características del agraviado, y el medio donde el sicario fugó.
Vale mencionar, finalmente, que durante la etapa de juzgamiento “Bacasha Junior”, interno de Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima conocido como Maranguita, aseguró que la hoy condenada fue a su vez contratada por la mamá de un “vago” que fue asesinado, y que desconocía que el agraviado era policía.
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