miércoles, 19 de abril de 2017

7 maneras de ayudar a los niños para que les vaya bien en el colegio

A veces evitamos que nuestros hijos e hijas intervengan en las actividades del hogar porque los consideramos pequeños o creemos que no lo harán bien; sin embargo, esta actitud trae como consecuencia crear una sensación de discapacidad “no puedo hacerlo”. Por ello, la necesidad de que los hijos e hijas experimenten aunque se equivoquen o se demoren.

El retorno al colegio –en ocasiones– no es muy sencillo dado que algunos estudiantes consideran que se olvidaron los aprendizajes del año anterior. Entonces, muchos padres ven como solución el repaso de los contenidos (temas) durante el verano para prevenir cualquier dificultad; sin embargo, no están considerando que lo más importante para aprender son las competencias y capacidades, y que estas pueden desarrollarse también desde el hogar. Ana Aldazábal, Especialista de Ediciones Corefo nos brinda 7 maneras de ayudar a los niños a desarrollar capacidades  para que les vaya bien en el colegio:

  1. Brindar un espacio de contención emocional y escucha activa. No podemos olvidar que el área emocional es muy importante para aprender. Por ello, es probable que frente a una dificultad para aprender los chicos estén ansiosos, se le altere el sueño y presenten frecuentes dolores de cabeza o barriga. Siendo necesario, en estos casos escucharlos, resolver sus dudas, y sobre todo mencionarles que están ustedes para brindar su apoyo.
  2. Cambiar el “no puedo” por “el puedo”. A veces evitamos que nuestros hijos e hijas intervengan en las actividades del hogar porque los consideramos pequeños o creemos que no lo harán bien; sin embargo, esta actitud trae como consecuencia crear una sensación de discapacidad “no puedo hacerlo”. Por ello, la necesidad de que los hijos e hijas experimenten aunque se equivoquen o se demoren. Recuerden que estas también son oportunidades de aprendizaje.
  3. Desarrollar la voluntad. Es una capacidad fundamental que les ayudará a esforzarse a pesar de las dificultades. Por ello, en casa sería importante trabajar a través de metas concretas. Con los más pequeños elaborar metas a corto plazo (que se aplicarán todos los días) como ordenar los juguetes y la habitación, llevar los platos después de ingerir alimentos, cumplir los horarios de trabajo y ocio, y no ceder solo porque no quiere o llora. A medida que van creciendo, se puede plantear metas a mediano y largo plazo. La lucha por el logro de las metas les ayudará a desarrollar la voluntad.
  4. Enseñarles a ser ordenados, organizados y planificar. Nadie aprende dentro del desorden y la postergación; por ello, es necesario tener ordenados cada ambiente de la casa, no solo el espacio para hacer tareas. De la misma manera, el elaborar un calendario –muy visual– con las actividades del mes donde estén incluidas las escolares y las familiares (para que no se crucen), les permitirá saber qué hacer, qué se hizo, y qué falta. Este hábito, poco a poco será interiorizado y aplicado a medida que sean más autónomos.
  5. Interiorizar que cada situación de vida es una experiencia reorganizadora. Si tomamos en cuenta que nuestros hijos e hijas ya tienen conocimientos previos, tanto para desarrollar tareas como para resolver situaciones de la vida cotidiana; entonces, permitirles que apliquen esa información para darle solución a situaciones problemáticas. Esta oportunidad hará posible que los conocimientos previos se reorganicen creando nuevas estrategias y nuevos aprendizajes.
  6. Reconocer que la mejor manera de aprender es de manera cooperativa. Dentro del hogar todos podemos cumplir diversos roles, pero estos también pueden compartirse e intercambiarse. Es muy útil que los hermanos mayores enseñen a los menores, debido a que sería una buena oportunidad para aprender. Luciana (una niña de 12 años) me contaba que las recomendaciones de su hermano de 16 años le fueron muy útiles cuando pasó a la secundaria… “supe qué hacer gracias a Alonso”.
  7. En la diversidad de actividades están las oportunidades para aprender. Debemos tomar en cuenta que para aprender no solo basta con ir al colegio. Recordemos que una “competencia” implica actuar de manera efectiva en determinados contextos; entonces, sabiendo que el hogar es uno de ellos, se debe promover que los hijos intervengan en todas las actividades de la familia. El que sepan cuánta agua se tiene y cuánto se necesita por persona, les ayudará a calcular lo que le corresponde a cada uno y sobre todo a cuidarla. Todo esto es una situación de aprendizaje. Esto ayuda a que tengan conocimiento de su entorno, desarrollar el sentido común, el juicio crítico y sobre todo la capacidad de decisión.

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