El cáncer es un problema de salud pública y es la segunda causa de muerte en el país después de las enfermedades del corazón. El cáncer afecta a toda la familia del paciente, todos experimentan miedo e incertidumbre. Miro Rodríguez destacó que en el país se está fomentando que el paciente tome más conciencia para realizarse chequeos preventivos.
La prevención es lo más recomendable para detectar el cáncer en una etapa temprana donde la oportunidad de curación llega a más del 95%. No obstante, también es necesario mejorar la infraestructura y los recursos humanos para la atención en el sistema nacional de salud, así como el abastecimiento de medicamentos que necesitan los pacientes para su tratamiento, comentó Miro Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
Destacó que en el país se está fomentando que el paciente tome más conciencia para que pueda realizarse chequeos preventivos para una detección temprana, pero, para seguir en este objetivo, el sector requiere más apoyo del Estado. En este contexto, a fines del 2018, se aprobó que el presupuesto público del 2019 aporte más a la salud y educación que permitió que los presupuestos crezcan. De esta manera, los recursos de ambos son equivalentes a 6,1% del PBI y representan casi 30% del presupuesto.
El especialista en oncología de la UPCH mencionó que el tratamiento del cáncer detectado a tiempo es curativo, le brinda al paciente cantidad de vida y es menos costoso. En tanto, el cáncer avanzado ya no es curable, requiere de tratamiento paliativo cuyo objetivo es brindar calidad de vida y es costoso a nivel económico, social, familiar, emocional. Añadió que actualmente hay tratamientos innovadores (inmunoterapia, terapia biológica, entre otros) que son medicamentos costosos.
Hay pacientes que necesitan medicamentos cada 3 semanas y cuestan aproximadamente 7 mil soles, y otros más nuevos que cuestan hasta 20 mil soles para un periodo mensual. Estos altos costos los hacen inaccesibles a la población. Miro Rodríguez recordó que entre los factores de riesgo que predisponen y ocasionan el cáncer se encuentran el consumo de comida grasosa, no comer frutas ni verduras, no tomar mucho líquido, fumar, la ingesta de alcohol, tener una vida sedentaria, no tener actividad física, entre otros, los cuales alteran el ciclo de vida de las personas.
“También interviene el factor hereditario al tener una carga genética (antecedente familiar) que, sumado con el estilo de vida que se lleve, dependerá si desarrolla o no una neoplasia”, refirió. El Dr. Giancarlo Ojeda, jefe de la Unidad de Posgrado, Especialización y Educación Continua de la Facultad de Psicología de la UPCH, recomienda que el familiar de un paciente diagnosticado con cáncer debe tratar de hacer sus mismas rutinas pues lo importante es ser natural. “Es un error que el familiar trate de demostrar que está bien si en realidad está triste. La familia debe tratar de estar informada para poder afrontar juntos la situación”, dijo.
Mencionó que el cáncer es la enfermedad que padece el paciente, pero afecta a toda la familia, por ello, todos experimentan miedo e incertidumbre. Para ello es necesario contar con herramientas para sobrellevar la situación, las cuales pueden ser proporcionadas por un psicólogo orientador. “El apoyo debe ser psicoeducativo. Los avances en el tratamiento del cáncer son tales, que no necesariamente el cáncer debe ser visto como sinónimo de muerte. Muchas veces el diagnóstico a tiempo y el tratamiento adecuado pueden llevar a remisiones de la enfermedad”, puntualizó el especialista en psicología de la UPCH.
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