El 22 de abril se celebra el “Día Internacional de la Madre Tierra”. Las Naciones Unidas han establecido estos días especiales para diversos asuntos que involucran a la humanidad, y su propósito es sensibilizar, concienciar, llamar la atención, y señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades.
La Madre Tierra refleja el lugar perfecto para el desarrollo de la vida entre los seres humanos y todas las demás especies vivas del planeta donde todos habitamos. La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, declaró el 22 de abril como “Día Internacional de la Madre Tierra” para reconocer y reflexionar sobre la responsabilidad que nos corresponde de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales, culturales y ambientales de las generaciones presente y futuras.
Las Naciones Unidas han establecido estos días especiales para diversos asuntos que involucran a la humanidad, y su propósito es sensibilizar, concienciar, llamar la atención, y señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes.
En este sentido, el Día Internacional de la Madre Tierra ayuda a crear conciencia sobre la importancia de preservar nuestros recursos naturales. Nos recuerda que la Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar, invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, las organizaciones internacionales, regionales y subregionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y las partes interesadas, a observar el Día Internacional de la Madre Tierra y crear conciencia al respecto.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre y tiene un papel importante que desempeñar, no sólo en la celebración de este día, sino en la atención de los problemas vinculados a la afectación de los principales recursos que la Tierra nos brinda, y para esto sin duda recurre a la riqueza cultural y ancestral de los países en la conservación y manejo de estos recursos naturales.
En el Perú, los Incas desde su civilización con gran visión y conocimiento utilizaron diversas tecnologías y herramientas para conservar el suelo y el agua, construyeron andenes y canales de riego para hacer de estas tierras más productivas. Con el mismo propósito, aprovecharon los ciclos anuales de lluvias para los cultivos en secano como el maíz, la papa y otros tubérculos andinos.
Una de las herramientas de cultivo más antiguo de la agricultura es el “chaquitaklla”, utilizada desde la época inca permitiendo labrar el suelo de manera adecuada para cosechar el agua de las lluvias mediante la labranza vertical que se realiza en el suelo, previo a las siembras, conocimientos que aún se mantienen vigente en las comunidades altoandinas de Huancayo, Huancavelica, Huánuco, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno.
Sin embargo, actualmente las tierras de las laderas de la sierra en el Perú tienen serios problemas de erosión hídrica, por el mal manejo que se le da, motivo por el cual desde los años 80 se vienen realizando diversas prácticas de conservación de suelos, pero con muy poca prioridad a las terrazas y andenes, a pesar de que se aprecia que en estas estructuras se mantiene la producción sostenible desde la época de los incas a la fecha.
Estos próximos años se debe promover más esta importante práctica, adecuándola a nuestra realidad social, cultural, económica y también a las condiciones climáticas y ambientales actuales. Nuestro legado histórico nos compromete a hacerlo. En el Perú existen aproximadamente 300 mil hectáreas de tierras con andenes en diferentes grados de conservación y uso, tecnología de uso de la tierra que necesita ser revalorada y ampliada.
En este sentido, la FAO en acciones concertadas con los gobiernos y Estados participa en esfuerzos diversos por promover y conservar los suelos cultivables y los recursos naturales en general, teniendo en cuenta que es base de la agricultura familiar, que provee de alimentos a los ciudadanos y es fuente de empleo de miles de hogares en la costa, sierra y selva.
¿Por qué una Alianza Mundial por el Suelo?
El suelo es un recurso esencial y una parte vital del entorno natural en el cual la mayoría del alimento mundial es producido. Del mismo modo, el suelo aporta el espacio vital para los seres humanos, así como servicios ambientales esenciales importantes para la regulación y el abastecimiento de agua, regulación del clima, conservación de la biodiversidad y servicios culturales.
No obstante, los suelos se encuentran bajo presión debido al crecimiento poblacional, la mayor demanda alimenticia y la competición por los usos del suelo. Aproximadamente el 33% de los suelos mundiales están degradados y dirigentes políticos de todo el mundo están explorando posibilidades con el fin de adoptar el desarrollo sostenible por medio de los objetivos del desarrollo sostenible.
A la fecha, el proyecto FAO sobre desarrollo de capacidades en información de suelos para el manejo sostenible de los recursos naturales en los países de América del Sur, presentará el Sistema de Información de Suelos de Latinoamérica y el Caribe (SISLAC), disponible online en: http://54.229.242.119/sislac. Este sistema busca dotar a Latinoamérica y el Caribe de una plataforma regional para la difusión de información de suelos.
Hoy el sistema contiene la base de datos más grande para la región, superando los 42 mil perfiles de suelos, la cual será alimentada de manera constante y permitirá además construir sistemas de información de suelos nacionales, así como conocer las capacidades y necesidades de los países.
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