Entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde, el país estuvo prácticamente paralizado, pues la gran mayoría de los ciudadanos entendió la importancia de que se cuente con un instrumental censal que permita tomar las mejores decisiones de gobierno.
A las 18.00 horas de hoy (23:00 GMT) el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dio por culminada la jornada del XI Censo Nacional de Población y VI de Vivienda en todo el territorio nacional y con ello se levantó la orden de inamovilidad dispuesta por el gobierno para facilitar el empadronamiento. Los más de 490 mil empadronadores encargados de ejecutar el registro censal, terminaron sus labores con tranquilidad, poco antes del plazo previsto por el INEI.
Esta jornada se desarrolló dentro de los parámetros normales, salvo algunos incidentes de menor importancia que según el INEI, no alteraron la marcha del trabajo censal. Entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde, el país estuvo prácticamente paralizado, pues la gran mayoría de los ciudadanos entendió la importancia de que se cuente con un instrumental censal que permita tomar las mejores decisiones de gobierno. Las calles lucieron desiertas, sin gente ni vehículos transitando en las primeras horas del día.
Conforme avanzaron las horas se pudo apreciar algunas personas transitando a pie; asimismo, algunos taxis empezaron a circular. Según adujeron los peatones y conductores, salieron de sus casas porque ya habían sido censados. De acuerdo a lo manifestado por el jefe del INEI, Eco. Renán Jesús Quispe Llanos, sólo en dos jurisdicciones el censo no se ejecutó.
Se trata del anexo Jicamarca, vecino a San Juan de Lurigancho, cuyas autoridades rechazaron el material censal porque en éste se les consignaba como parte de ese distrito. El empadronamiento se realizará en los próximos días. Tampoco hubo censo en el distrito de Ponto, Huari, Ancash, donde los pobladores acordaron con el Inei que el registro se efectué el miércoles 24, pues no querían suspender su tradicional fiesta patronal.
Esta jornada se desarrolló dentro de los parámetros normales, salvo algunos incidentes de menor importancia que según el INEI, no alteraron la marcha del trabajo censal. Entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde, el país estuvo prácticamente paralizado, pues la gran mayoría de los ciudadanos entendió la importancia de que se cuente con un instrumental censal que permita tomar las mejores decisiones de gobierno. Las calles lucieron desiertas, sin gente ni vehículos transitando en las primeras horas del día.
Conforme avanzaron las horas se pudo apreciar algunas personas transitando a pie; asimismo, algunos taxis empezaron a circular. Según adujeron los peatones y conductores, salieron de sus casas porque ya habían sido censados. De acuerdo a lo manifestado por el jefe del INEI, Eco. Renán Jesús Quispe Llanos, sólo en dos jurisdicciones el censo no se ejecutó.
Se trata del anexo Jicamarca, vecino a San Juan de Lurigancho, cuyas autoridades rechazaron el material censal porque en éste se les consignaba como parte de ese distrito. El empadronamiento se realizará en los próximos días. Tampoco hubo censo en el distrito de Ponto, Huari, Ancash, donde los pobladores acordaron con el Inei que el registro se efectué el miércoles 24, pues no querían suspender su tradicional fiesta patronal.
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