“Pareciera que queremos negociar con las cosas más sagradas como son la paternidad, la filiación, la familia, la educación y el respeto de padres a hijos”, subrayó. También reclamó a los padres de familia que participen en el proyecto educativo de sus hijos y que cada quien asuma su responsabilidad en la recuperación de la familia.
El cardenal Juan Luis Cipriani sostuvo que no se puede permitir que “pequeños grupos” pretendan diseñar una sociedad “en la que se rompen matrimonios, se rompen familias y se matan niños” y demandó a cada uno de los católicos a asumir la responsabilidad que le corresponde en este tema. Aseveró que, como pastor de la Iglesia Católica en el Perú, tiene la obligación de recordar a las generaciones presentes que tienen el “deber” de mantener los principios sagrados de amor a la familia, fidelidad en el matrimonio y amor a los hijos.
“El matrimonio es indisoluble, la familia es la célula esencial sin la cual no hay sociedad, los hijos son de un valor infinito y no se les puede dejar por las calles”, recalcó. Durante la reflexión sobre la Sétima Palabra que Jesucristo pronunció en la cruz “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, durante el Sermón de las Tres Horas, el cardenal dijo que no sólo se debe custodiar el progreso material y dejar de lado el espiritual.
“Hemos heredado de nuestros padres un amor a la familia, una fidelidad al matrimonio, el cariño a nuestros hijos, pero con pena y dolor tenemos que pedir perdón porque no estamos manteniendo y transmitiendo ese tesoro moral”, anotó. “Pareciera que queremos negociar con las cosas más sagradas como son la paternidad, la filiación, la familia, la educación y el respeto de padres a hijos”, subrayó. También reclamó a los padres de familia que participen en el proyecto educativo de sus hijos y que cada quien asuma su responsabilidad en la recuperación de la familia.
“No basta decir voy a mejor, voy a rezar un poco más sino que también hay que colaborar para que la manera de organización de la sociedad proteja lo que son valores maravillosos de nuestra fe”, indicó. El primado de la Iglesia católica manifestó que no es posible que organizaciones que dicen ser del campo de la salud, promuevan el aborto. “¡Asesinos! hay que llamarlos por su nombre, hay que quitarles la careta; son asesinos que se pasean de un lado a otro buscando la manera de engañarnos”, enfatizó.
El cardenal Juan Luis Cipriani sostuvo que no se puede permitir que “pequeños grupos” pretendan diseñar una sociedad “en la que se rompen matrimonios, se rompen familias y se matan niños” y demandó a cada uno de los católicos a asumir la responsabilidad que le corresponde en este tema. Aseveró que, como pastor de la Iglesia Católica en el Perú, tiene la obligación de recordar a las generaciones presentes que tienen el “deber” de mantener los principios sagrados de amor a la familia, fidelidad en el matrimonio y amor a los hijos.
“El matrimonio es indisoluble, la familia es la célula esencial sin la cual no hay sociedad, los hijos son de un valor infinito y no se les puede dejar por las calles”, recalcó. Durante la reflexión sobre la Sétima Palabra que Jesucristo pronunció en la cruz “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, durante el Sermón de las Tres Horas, el cardenal dijo que no sólo se debe custodiar el progreso material y dejar de lado el espiritual.
“Hemos heredado de nuestros padres un amor a la familia, una fidelidad al matrimonio, el cariño a nuestros hijos, pero con pena y dolor tenemos que pedir perdón porque no estamos manteniendo y transmitiendo ese tesoro moral”, anotó. “Pareciera que queremos negociar con las cosas más sagradas como son la paternidad, la filiación, la familia, la educación y el respeto de padres a hijos”, subrayó. También reclamó a los padres de familia que participen en el proyecto educativo de sus hijos y que cada quien asuma su responsabilidad en la recuperación de la familia.
“No basta decir voy a mejor, voy a rezar un poco más sino que también hay que colaborar para que la manera de organización de la sociedad proteja lo que son valores maravillosos de nuestra fe”, indicó. El primado de la Iglesia católica manifestó que no es posible que organizaciones que dicen ser del campo de la salud, promuevan el aborto. “¡Asesinos! hay que llamarlos por su nombre, hay que quitarles la careta; son asesinos que se pasean de un lado a otro buscando la manera de engañarnos”, enfatizó.
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