Se trata de una entidad autónoma, con capacidad para actuar a escala nacional en las medidas preventivas y sancionadoras para reducir los siniestros en las carreteras. Sobre el particular, el titular del sector invoca la participación de la sociedad en su conjunto incluyendo a peatones, pasajeros, chóferes, policías y funcionarios.Por: Freddy Gálvez Delgado
Es una realidad comprobada que a pesar de las diversas disposiciones adoptadas por el gobierno para reducir el número de accidentes de tránsito, no se ha conseguido el objetivo deseado. Las colisiones, con resultados funestos en cuanto a la pérdida de vidas, se han incrementado trayendo por los suelos el tan voceado plan Tolerancia Cero. Ninguna vía del país se ha librado de la racha mortal ocasionada por la velocidad, imprudencia, exceso de confianza y todo lo que se pueda determinar como causa.
Frente a esta terrorífica realidad, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha planteado al congreso la creación de la superintendencia nacional de transporte terrestre. Se trata de una entidad autónoma, con capacidad para actuar a escala nacional en las medidas preventivas y sancionadoras para reducir los siniestros en las carreteras. Sobre el particular, el titular del sector invoca la participación de la sociedad en su conjunto incluyendo a peatones, pasajeros, chóferes, policías y funcionarios.
El programa de urgencia contempla hasta la modificación del nuevo Reglamento de Transportes lo que significa que hay algunos escollos que superar. Las acciones también consideran la difusión, en lenguaje sencillo, de esas normas que deben ser aplicadas a cada instante por los pilotos y también para educar a los estudiantes. Todo hace indicar que la única manera de evitar los accidentes de tránsito es adoptando actitudes radicales y contundentes.
Por ejemplo, la aplicación de fuertes multas a los conductores irresponsables en las carreteras y la verificación inmediata de las requisitorias o acciones penales pendientes en caso de poseerlas. Tal vez podría añadirse el otorgamiento de un puntaje que irá disminuyendo de acuerdo a las faltas cometidas hasta terminar con la incautación del brevete, así como ocurre en el extranjero.
El sistema de vigilancia también servirá para reducir los continuos asaltos que sufren los ómnibus en distintas rutas con su secuela de robos y violaciones. La importante iniciativa ministerial ha recibido la aprobación de diversos sectores de la población. Sin embargo, algunos sugieren que se incluya dentro del control de la superintendencia al transporte público dentro de los centros urbanos.
Esto sería lo mejor que le pueda ocurrir a ciudades caóticas como Trujillo, cuyo municipio se ha visto, hasta el momento, incapaz de solucionar el desorden imperante en el transporte público. Esperamos que la vigencia del nuevo organismo logre la inmediata aprobación parlamentaria para evitar que las pistas continúen siendo marco de mayores desgracias. Que todo sea para preservar aquel don tan preciado que es la vida de las personas….
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