Se usa mucho lo que en primaria nos enseñaron como conocimiento de lo que no se debería de hacer: “la política del palo encebado”. Al primero que destaca, al primero que sobresale, al primero que tiene un áurea de liderazgo, o que puede presentar peligro político electoral para otro, hay que tumbarlo, ponerle trabas, insultarlo.
Por: Enrique Benites Delgado
La política en términos generales está mal vista por la gran mayoría de ciudadanos. Uno, por la acción misma de algunos actores políticos, y dos por el trato de los medios de comunicación que muchas veces, basados en la libertad de expresión, hace una exageración en el trato de la noticia llegando a desinformar. Todo es malo, nada sirve, es el mensaje que se da a la población, y la mayoría se queda con ese mensaje.
Todo aquel que quiere participar en política tiene que estar preparado para recibir una batería de insultos de sus oponentes, nadie se salva, ni los padres de uno. No se hace un comentario equilibrado de la noticia, muchas veces es dirigida a “tumbar” al que no le cae o al que no le conviene a quien ejerce el poder. La fuerza que tienen los medios de comunicación influye en la opinión de la ciudadanía en forma importante.
No quiere decir que es determinante pues el individuo es quien decide qué actitud tomar ante algún acontecimiento. Se usa mucho lo que en primaria nos enseñaron como conocimiento de lo que no se debería de hacer: “la política del palo encebado”. Al primero que destaca, al primero que sobresale, al primero que tiene un áurea de liderazgo, o que puede presentar peligro político electoral para otro, hay que tumbarlo, ponerle trabas, insultarlo, se le busca la sin razón para destruirlo, para sacarlo del camino.
Por ese mismo motivo es que pocos ciudadanos de trayectoria se arriesgan a participar en política, no existe cultura política que aliente a los ciudadanos a participar de manera cotidiana en los asuntos públicos. Nuestra ciudad no escapa a esa mala práctica, como ejemplo podemos poner a jóvenes que quieren incursionar en política con la finalidad de ponerse al servicio del desarrollo de su ciudad.
Daniel Salaverry, actual Regidor Provincial, Raúl Rodríguez de fuerza Liberteña, son nuevos cuadros que pretenden incursionar en política y los cuales ya están siendo producto de la furia de ataques.” Ya van a salir sus tapaditos”, se dice. ¿Así se orienta la cultura política y la educación ciudadana? ¿Así queremos nuevos líderes para conducir los destinos de una ciudad?
Los medios de comunicación mejor orientados constituyen uno de los factores fundamentales que pueden contribuir a la educación ciudadana debido a su capacidad de inculcar a una enorme audiencia los valores y buenas prácticas que requiere todo régimen democrático. Por la misma fuerza que tienen los medios de comunicación es que son propensos a que quieran ser dominados o apropiarse de su línea editorial, Fujimori fue la alta expresión de la manipulación.
La comunicación no es ni buena, ni mala en sí misma; sino que su carácter positivo o negativo depende del uso social o político que se les dé. Por ejemplo, se dice que pronto sería de propiedad de una alta autoridad de nuestra ciudad la línea editorial de un medio escrito que cuestiona su gobierno municipal. ¿Será la primera en caer? En estos días se despejarán las dudas, será cuando cambien sus titulares. Si el río suena es porque piedras trae, reza el dicho popular.
Por: Enrique Benites Delgado
La política en términos generales está mal vista por la gran mayoría de ciudadanos. Uno, por la acción misma de algunos actores políticos, y dos por el trato de los medios de comunicación que muchas veces, basados en la libertad de expresión, hace una exageración en el trato de la noticia llegando a desinformar. Todo es malo, nada sirve, es el mensaje que se da a la población, y la mayoría se queda con ese mensaje.
Todo aquel que quiere participar en política tiene que estar preparado para recibir una batería de insultos de sus oponentes, nadie se salva, ni los padres de uno. No se hace un comentario equilibrado de la noticia, muchas veces es dirigida a “tumbar” al que no le cae o al que no le conviene a quien ejerce el poder. La fuerza que tienen los medios de comunicación influye en la opinión de la ciudadanía en forma importante.
No quiere decir que es determinante pues el individuo es quien decide qué actitud tomar ante algún acontecimiento. Se usa mucho lo que en primaria nos enseñaron como conocimiento de lo que no se debería de hacer: “la política del palo encebado”. Al primero que destaca, al primero que sobresale, al primero que tiene un áurea de liderazgo, o que puede presentar peligro político electoral para otro, hay que tumbarlo, ponerle trabas, insultarlo, se le busca la sin razón para destruirlo, para sacarlo del camino.
Por ese mismo motivo es que pocos ciudadanos de trayectoria se arriesgan a participar en política, no existe cultura política que aliente a los ciudadanos a participar de manera cotidiana en los asuntos públicos. Nuestra ciudad no escapa a esa mala práctica, como ejemplo podemos poner a jóvenes que quieren incursionar en política con la finalidad de ponerse al servicio del desarrollo de su ciudad.
Daniel Salaverry, actual Regidor Provincial, Raúl Rodríguez de fuerza Liberteña, son nuevos cuadros que pretenden incursionar en política y los cuales ya están siendo producto de la furia de ataques.” Ya van a salir sus tapaditos”, se dice. ¿Así se orienta la cultura política y la educación ciudadana? ¿Así queremos nuevos líderes para conducir los destinos de una ciudad?
Los medios de comunicación mejor orientados constituyen uno de los factores fundamentales que pueden contribuir a la educación ciudadana debido a su capacidad de inculcar a una enorme audiencia los valores y buenas prácticas que requiere todo régimen democrático. Por la misma fuerza que tienen los medios de comunicación es que son propensos a que quieran ser dominados o apropiarse de su línea editorial, Fujimori fue la alta expresión de la manipulación.
La comunicación no es ni buena, ni mala en sí misma; sino que su carácter positivo o negativo depende del uso social o político que se les dé. Por ejemplo, se dice que pronto sería de propiedad de una alta autoridad de nuestra ciudad la línea editorial de un medio escrito que cuestiona su gobierno municipal. ¿Será la primera en caer? En estos días se despejarán las dudas, será cuando cambien sus titulares. Si el río suena es porque piedras trae, reza el dicho popular.
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