Los fiscalizadores al revisar los camiones comprobaron “in situ”, que dentro de los vehículos intervenidos se encontraban gran cantidad de bolsas de basura, producto del recojo de residuos de forma ilegal en la urbanizaciones antes mencionadas, como se puede ver en las fotografías adjuntas.
El control que viene ejerciendo el Servicio de Gestión Ambiental (SEGAT) de la Municipalidad Provincial de Trujillo, en el botadero municipal de El Milagro, a partir de la construcción del cerco perimétrico, pareciera que ha obligado a buscar alternativas para disponer de los residuos de la ciudad. Muestra de ello fue la intervención realizada por personal del área de Fiscalización y Control del SEGAT, a dos vehículos tipo camión quienes ilegalmente recolectaban los residuos domiciliarios en las urbanizaciones Los Pinos y San Andrés, en horas de la noche.
Los fiscalizadores al revisar los camiones comprobaron “in situ”, que dentro de los vehículos intervenidos se encontraban gran cantidad de bolsas de basura, producto del recojo de residuos de forma ilegal en la urbanizaciones antes mencionadas, como se puede ver en las fotografías adjuntas. Según manifestaciones de Luis Díaz y Florencio Barrientos, chóferes de los vehículos intervenidos, estos habrían sido contratados por recicladores informales de El Milagro, quienes ahora ven en este accionar la manera más factible de reciclar el material, esto luego que su actividad fuese controlada en el botadero.
Los intervenidos mencionaron también, que el material recogido de las calles de Trujillo estaría siendo llevado algún lugar clandestino de El Milagro, para su segregación y posterior quemado de la basura. El recojo no autorizado de los residuos domiciliarios, es una infracción tipificada en la Ordenanza Municipal 003-2008 MPT en su código G-110, multando a los que transportan residuos sólidos a sitios de disposición no autorizados con 1260 nuevos soles (%35 UIT), la misma acción es regulada por la ley 27314 Ley General de los Residuos Sólidos.
Cabe recordar que hace unos días el cerco perimétrico del botadero municipal sufrió un atentado, presuntamente provocados por recicladores y criadores informales de chanchos, como reacción de presión a la actual gestión, que ejerce control en el botadero.
El control que viene ejerciendo el Servicio de Gestión Ambiental (SEGAT) de la Municipalidad Provincial de Trujillo, en el botadero municipal de El Milagro, a partir de la construcción del cerco perimétrico, pareciera que ha obligado a buscar alternativas para disponer de los residuos de la ciudad. Muestra de ello fue la intervención realizada por personal del área de Fiscalización y Control del SEGAT, a dos vehículos tipo camión quienes ilegalmente recolectaban los residuos domiciliarios en las urbanizaciones Los Pinos y San Andrés, en horas de la noche.
Los fiscalizadores al revisar los camiones comprobaron “in situ”, que dentro de los vehículos intervenidos se encontraban gran cantidad de bolsas de basura, producto del recojo de residuos de forma ilegal en la urbanizaciones antes mencionadas, como se puede ver en las fotografías adjuntas. Según manifestaciones de Luis Díaz y Florencio Barrientos, chóferes de los vehículos intervenidos, estos habrían sido contratados por recicladores informales de El Milagro, quienes ahora ven en este accionar la manera más factible de reciclar el material, esto luego que su actividad fuese controlada en el botadero.
Los intervenidos mencionaron también, que el material recogido de las calles de Trujillo estaría siendo llevado algún lugar clandestino de El Milagro, para su segregación y posterior quemado de la basura. El recojo no autorizado de los residuos domiciliarios, es una infracción tipificada en la Ordenanza Municipal 003-2008 MPT en su código G-110, multando a los que transportan residuos sólidos a sitios de disposición no autorizados con 1260 nuevos soles (%35 UIT), la misma acción es regulada por la ley 27314 Ley General de los Residuos Sólidos.
Cabe recordar que hace unos días el cerco perimétrico del botadero municipal sufrió un atentado, presuntamente provocados por recicladores y criadores informales de chanchos, como reacción de presión a la actual gestión, que ejerce control en el botadero.
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