“Desde el punto de vista físico es muy triste, es un caso muy raro, un cruce genético que no lo explica ni la ciencia. Vamos a dejar todo en las manos de Dios”, sostuvo monseñor Miguel Cabrejos a su salida del hospital. De otro lado, la autoridad religiosa agradeció el apoyo que viene recibiendo la pequeña por parte de los médicos y enfermeros.
En un acto caritativo y pastoral, el Arzobispo de Trujillo, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, acudió al hospital Belén para imponer las manos y bendecir a María Fe, la bebé que nació hace 8 días con la extraña enfermedad en la piel conocida como arlequín, que, según estudios, afecta a un neonato de cada 400 mil. Acompañado del director del nosocomio y personal administrativo, el prelado trujillano llegó a los Servicios de Cuidados Intensivos de Neonatología del referido nosocomio, en donde se recupera la criatura para rezar por ella y entregar una donación de la institución que preside, además de lo recaudado en la colecta de la misa dominical celebradas en la Basílica Catedral.
“Desde el punto de vista físico es muy triste, es un caso muy raro, un cruce genético que no lo explica ni la ciencia. Vamos a dejar todo en las manos de Dios”, sostuvo monseñor Miguel Cabrejos a su salida del hospital. De otro lado, la autoridad religiosa agradeció el apoyo que viene recibiendo la pequeña por parte de los médicos y enfermeros e invitó a las personas de buena voluntad a sumarse en este acto de amor y solidaridad, viabilizando la ayuda con la Jefa del Servicio de Cuidados Intensivos de Neonatología, Dra. Luz Cisneros.
Consultado sobre la petición de bautizar a la pequeña, el Arzobispo de Trujillo aguardará la respuesta de los padres de María Fe, justificando “que en la Iglesia todo sacramento es con el consentimiento propio, si es adulto, o de los padres si es menor de edad”, expresó.
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