Los medicamentos para uso humano son productos de Alta Intensidad Tecnológica de acuerdo con la clasificación OCDE. “El Estado debe trabajar en el direccionamiento óptimo de productos farmacéuticos de alta intensidad e impulsar una política de apertura de mercados”, señala Juan Arriola.
Es necesario que el Estado peruano desarrolle una política que promueva la industria farmacéutica y los envíos al exterior de productos de alta intensidad tecnológica, tal como sucede en otros países de la región, solicitó la Gerencia de Manufacturas de la Asociación de Exportadores (ADEX). El vicepresidente del Comité de Químicos de ADEX, Juan Arriola, afirmó que la falta de apoyo a ese sector y la decisión de las naciones vecinas de cerrar de forma paulatina sus puertas a los medicamentos peruanos (medidas paraarancelarias) que son “el presente y futuro del comercio exterior”, contribuyeron a su estancamiento registrado en los últimos años.
“El Estado debe trabajar en el direccionamiento óptimo de productos farmacéuticos de alta intensidad e impulsar una política de apertura de mercados. Asimismo, hacer respetar los criterios de reciprocidad con la industria de los mercados de destino, regionales en este caso y planificar acciones que coadyuven a tener una fuerte presencia”, acotó. Indicó que si bien Perú tiene una política de “puertas abiertas” para medicinas de otros países, a la fecha no se ha trabajado en el criterio de reciprocidad con los mercados regionales.
En el 2017 el Perú importó productos farmacéuticos colombianos por más de US$ 54 millones, cifra muy superior al total acumulado a ese destino en los últimos cinco años (US$ 22 millones 460 mil). Algo similar sucede con Argentina, de donde se importó medicamentos por US$ 45 millones, sin embargo, nuestras exportaciones al país gaucho ascendieron a poco más de US$ 169 mil el año pasado. Añadió que Perú debe apuntar a mercados como Colombia y Argentina por tener mayor población y consumo per cápita, y también, porque no hay diferencia tecnológica.
“Si habláramos de EE.UU. o Alemania donde además de una diferencia tecnológica existe la propiedad intelectual puede comprenderse la razón estructural para ese déficit. Pero no con países de la región como Colombia, Argentina o México”, manifestó. ADEX refirió que la exportación de productos farmacéuticos en el 2017 se recuperó respecto al 2016 al sumar US$ 51 millones 194 mil, lo que representó un crecimiento de 23%. Hay que recordar que en años anteriores presentó montos mayores. En el 2011 (US$ 1 millón 654 mil), 2012 (US$ 1 millón 630 mil), 2013 (US$ 1 millón 514 mil), 2014 (US$ 1 millón 520 mil) y 2015 (US$ 1 millón 380 mil).
Los países con mayor concentración fueron Ecuador, Chile y Bolivia (53% del total). El crecimiento en el mercado ecuatoriano es porque algunas empresas participaron en licitaciones ya que la actual gestión pone menos barreras. “Aún subsisten algunas, como por ejemplo la bonificación de 23% que se le da a los productores ecuatorianos respecto a los productos importados”, detalló Arriola. A Colombia, que se sitúa en el cuarto lugar del ranking de destinos, le siguieron Panamá, Argentina, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala. EE.UU. incrementó su demanda de US$ 92 mil en el 2012 a más de un US$ 1 millón en el 2017.
De las casi 40 partidas exportadas, las más importantes fueron los demás medicamentos para uso humano, y las de uso veterinario, que agrupadas representan más del 50% de lo exportado. Las principales empresas fueron Agrovet Market S.A., Laboratorios Portugal S.R.L., Tagumédica S.A., Medifarma S.A, B. Braun Medical Perú S.A., Unilene S.A.C., Ilender Perú S.A., Laboratorios AC Farma S.A., Laboratorios Biomont S.A. y Hersil, entre otras.
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