El clamor del pueblo de pedir el cierre del Congreso ronda en el ambiente político nacional, al ser avalada por los Colegios Profesionales del Perú, que son el motor tecnológico que impulsa la ejecución de las diferentes inversiones de mayor o menor cuantía, que impacta positivamente en el crecimiento de la economía nacional.
Por: Amaro Rodríguez Santillán
La formalización de una Cuestión de Confianza mediante D.S. N° 097-2018, propuesto por el Presidente de la República Martin Vizcarra Cornejo al Congreso de la República, tras la interesada falta de voluntad política para tratar el petitorio de las reformas planteadas vía referéndum, generó un sismo en la clase política, que siente la amenaza del cierre del Congreso de la República, lamentando el aporte de los buenos congresistas.
El Congreso de la República con mayoría fujimorista y, como vergonzoso furgón de cola, una gavilla de parlamentarios apristas quienes olvidaron la ideología y doctrina dejada por Víctor Raúl Haya de la Torre, desconocieron sus raíces, a los mártires de Chan Chan y retrocedieron al pasado vergonzoso, solamente por defender intereses muy personales, menos de política aprista por los más humildes.
El clamor del pueblo de pedir el cierre del Congreso ronda en el ambiente político nacional, al ser avalada por los Colegios Profesionales del Perú, que son el motor tecnológico que impulsa la ejecución de las diferentes inversiones de mayor o menor cuantía, que impacta positivamente en el crecimiento de la economía nacional.
El contubernio de parlamentarios de la mayoría fujimorista con magistrados de otros Poderes del Estado para acrecentar el poder, involucraron a instituciones tutelares para defender la corrupción, e intentar controlar la administración de la justicia y poder vender a hermanos y compañeros de trabajo, por las bíblicas 30 monedas, con besos de judas y abrazos en el que podía esconderse un puñal para eliminarte por la espalda.
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