La eliminación del cuadro porvenireño fue única y exclusivamente ocasionada por sus dirigentes que por el afán de recuperar el dinero invertido, por incapacidad, por no tener respuestas al momento que vivía el club, inesperadamente se fusionaron con sus pares del Santa Rosa de Tarapoto.Por: Julio Álvarez Sebastián
Están próximos a iniciarse los torneos de las diferentes ligas distritales que conforman la provincia de Trujillo en esta temporada 2009, es bueno que recordemos cosas que se dieron en la temporada anterior y que nunca más se repitan los mayúsculos errores que se cometieron. Todos aplaudimos la honrosa despedida que tuvo el cuadro del Defensor Porvenir en la Copa Perú 2008, ganándole al cuadro del Atlético Torino de Talara en su casi inexpugnable recinto del Campeonísimo, con la totalidad de jugadores que lograron la clasificación a la fase nacional.
Es decir con sangre trujillana que dio la cara allá donde sus incapaces dirigentes quisieron evitar la vergüenza y el ridículo, solicitando incluso a la misma Federación Peruana de Fútbol que les permita no jugar el cotejo de vuelta; el posterior desenlace del partido nos confirmaba que el cuadro zapatero, con otros dirigentes con mayor capacidad de decisión y no el fácil entreguismo hubiera clasificado a la siguiente fase; en esas difíciles circunstancias el cuadro, la oncena, los jugadores dieron la cara; cuando sus ¿dirigentes? propusieron otra cosa, la huída, el esconder la cabeza como el avestruz para ocultar su incapacidad.
La peor estupidez que realizaron los dirigentes del Defensor Porvenir es fusionarse con sus pares del Santa Rosa; y esto según fuentes dignas de crédito se dio luego de la estrepitosa goleada que sufrió el cuadro zapatero en Tarapoto, en donde luego de la escandalosa intromisión del presidente porvenireño (él hizo los cambios en el entretiempo), que propició la goleada y la posterior salida del entrenador Juan Caballero Lora. Luego de la goleada, ellos se quedaron allá vendiendo al equipo; si porque es conocido por la prensa tarapotina, que dirigentes y algunos jugadores se quedaron libando licor por allá con sus pares tarapotinos.
Allí, en esa jornada de tragos es que se propuso la entrega del equipo a los dirigentes del Santa Rosa, vaya uno a saber manejando que sumas. La eliminación del cuadro porvenireño fue única y exclusivamente ocasionada por sus dirigentes que por el afán de recuperar el dinero invertido, por incapacidad, por no tener respuestas al momento que vivía el club, inesperadamente se fusionaron con sus pares del Santa Rosa de Tarapoto, inclusive despidieron al técnico Salomón Paredes, como antes lo habían hecho con Marco Sampén y Caballero Lora; sin ninguna duda el cuadro porvenireño fue quien más maltrató a los técnicos en el 2008.
En el partido de ida, jugado en el Mansiche, el cuadro porvenireño fue un remedo de equipo muy distinto al equipo que por méritos propios clasificó a la etapa nacional de la Copa Perú, aunque claro sus dirigentes se quedaron petrificados en una especie de torneo de pollada barrial, el cuadro que se presentó a jugar más pareció el Santa Rosa ya que solamente dos jugadores eran trujillanos y el resto del equipo tarapotino. El resultado fue un contundente 3-0 en contra que sepultó todas sus aspiraciones de clasificar.
Finalmente, otra vez en jornada de tragos, los dirigentes y jugadores tarapotinos, luego de la vergüenza del partido jugado en el Mansiche, abandonaron al Defensor Porvenir luego de un lunes lleno de licor, aprovechando la buena taquilla que hubo. Y es en esas circunstancias que el cuadro tuvo que afrontar la revancha en Talara. ¿Qué harán ahora sus dirigentes? ¿Habrán aprendido la lección? ¿Se atreverán a intentar cometer tal desacierto para la campaña 2009?
Ojalá que los dirigentes del Defensor Porvenir encuentren soluciones a sus problemas, que se hayan reconciliado con sus seguidores, porque al final de cuentas la hinchada siempre puso el pecho, aún en los momentos difíciles y que nunca más vuelvan a cometer las estupideces del año pasado, y esto va para todos los dirigentes de nuestro fútbol.
Si se contrata a un entrenador, éste tiene que tener la libertad de actuar, de realizar su labor sin intromisiones, pues si a los dirigentes no les gusta el trabajo de algún entrenador, simplemente se le cambia y listo. Y lo suyo, en el caso de los dirigentes, es poner siempre el pecho ante los retos que impone siempre una campaña, sólo así nuestro fútbol siempre saldrá fortalecido.
Es decir con sangre trujillana que dio la cara allá donde sus incapaces dirigentes quisieron evitar la vergüenza y el ridículo, solicitando incluso a la misma Federación Peruana de Fútbol que les permita no jugar el cotejo de vuelta; el posterior desenlace del partido nos confirmaba que el cuadro zapatero, con otros dirigentes con mayor capacidad de decisión y no el fácil entreguismo hubiera clasificado a la siguiente fase; en esas difíciles circunstancias el cuadro, la oncena, los jugadores dieron la cara; cuando sus ¿dirigentes? propusieron otra cosa, la huída, el esconder la cabeza como el avestruz para ocultar su incapacidad.
La peor estupidez que realizaron los dirigentes del Defensor Porvenir es fusionarse con sus pares del Santa Rosa; y esto según fuentes dignas de crédito se dio luego de la estrepitosa goleada que sufrió el cuadro zapatero en Tarapoto, en donde luego de la escandalosa intromisión del presidente porvenireño (él hizo los cambios en el entretiempo), que propició la goleada y la posterior salida del entrenador Juan Caballero Lora. Luego de la goleada, ellos se quedaron allá vendiendo al equipo; si porque es conocido por la prensa tarapotina, que dirigentes y algunos jugadores se quedaron libando licor por allá con sus pares tarapotinos.
Allí, en esa jornada de tragos es que se propuso la entrega del equipo a los dirigentes del Santa Rosa, vaya uno a saber manejando que sumas. La eliminación del cuadro porvenireño fue única y exclusivamente ocasionada por sus dirigentes que por el afán de recuperar el dinero invertido, por incapacidad, por no tener respuestas al momento que vivía el club, inesperadamente se fusionaron con sus pares del Santa Rosa de Tarapoto, inclusive despidieron al técnico Salomón Paredes, como antes lo habían hecho con Marco Sampén y Caballero Lora; sin ninguna duda el cuadro porvenireño fue quien más maltrató a los técnicos en el 2008.
En el partido de ida, jugado en el Mansiche, el cuadro porvenireño fue un remedo de equipo muy distinto al equipo que por méritos propios clasificó a la etapa nacional de la Copa Perú, aunque claro sus dirigentes se quedaron petrificados en una especie de torneo de pollada barrial, el cuadro que se presentó a jugar más pareció el Santa Rosa ya que solamente dos jugadores eran trujillanos y el resto del equipo tarapotino. El resultado fue un contundente 3-0 en contra que sepultó todas sus aspiraciones de clasificar.
Finalmente, otra vez en jornada de tragos, los dirigentes y jugadores tarapotinos, luego de la vergüenza del partido jugado en el Mansiche, abandonaron al Defensor Porvenir luego de un lunes lleno de licor, aprovechando la buena taquilla que hubo. Y es en esas circunstancias que el cuadro tuvo que afrontar la revancha en Talara. ¿Qué harán ahora sus dirigentes? ¿Habrán aprendido la lección? ¿Se atreverán a intentar cometer tal desacierto para la campaña 2009?
Ojalá que los dirigentes del Defensor Porvenir encuentren soluciones a sus problemas, que se hayan reconciliado con sus seguidores, porque al final de cuentas la hinchada siempre puso el pecho, aún en los momentos difíciles y que nunca más vuelvan a cometer las estupideces del año pasado, y esto va para todos los dirigentes de nuestro fútbol.
Si se contrata a un entrenador, éste tiene que tener la libertad de actuar, de realizar su labor sin intromisiones, pues si a los dirigentes no les gusta el trabajo de algún entrenador, simplemente se le cambia y listo. Y lo suyo, en el caso de los dirigentes, es poner siempre el pecho ante los retos que impone siempre una campaña, sólo así nuestro fútbol siempre saldrá fortalecido.
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