Justo cuando el policía los apuntaba con su revólver, aparecieron en una motocicleta dos agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo –hombre y mujer–, quienes, en una actitud decidida y solidaria, lo apoyaron obligando a bajar a los delincuentes les colocaron marrocas y luego los trasladaron a la Comisaría de Moche.
Un valiente efectivo de la Policía Nacional del Perú, vestido de civil, y dos agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo capturaron a una banda de vitroqueros cuando intentaban fugar a bordo de un vehículo tras haber sustraído autopartes de un automóvil estacionado junto al Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas (IREN), ubicado en la Carretera Panamericana Norte, km 562.
El viernes, aproximadamente a las dos de la tarde, el joven policía, que estaba con permiso y esperaba movilidad para ir a reintegrarse a su trabajo en la Comisaría de Moche, observó que dos sujetos con autopartes en sus manos subieron a un automóvil color blanco, marca Toyota, de placa SIQ-436. Con la seguridad de que los accesorios habían sido robados, de inmediato sacó su arma de reglamento y efectuó un disparo al aire para amedrentar a los malhechores e impedir su huída.
Justo cuando los apuntaba con su revólver, aparecieron en una motocicleta dos agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo –hombre y mujer–, quienes, en una actitud decidida y solidaria, apoyaron al policía y juntos obligaron a bajar a los delincuentes –que eran cuatro, en total–, les colocaron marrocas y luego los trasladaron a la Comisaría de Moche, a donde también llevaron los dos vehículos.
Por coincidencias de la vida, en la Comisaría de Moche, el policía, ya vestido con su uniforme oficial, se hizo cargo del registro del hecho delictuoso y comenzó las investigaciones correspondientes. Los facinerosos responden a los nombre de Walter Jordi Diestra García (18), César Alberto Ibáñez Cerna (28), Eduardo Rodolfo Gutiérrez Fiestas (40) y Segundo Alfredo Lezana de la Cruz (48).
Ellos fueron internados en el calabozo de la dependencia policial y la procedencia del vehículo que usaban será investigada pues al parecer también sería robado. Por su parte, la víctima, Milton Caipo Castro, de 23 años, explicó que él había llegado al IREN en su automóvil negro, marca Toyota, de placa TH-2208, a recoger medicinas para su padre, que días atrás había sido operado en ese establecimiento.
“Los vigilantes no me dejaron ingresar con el carro, por lo que tuve que dejarlo estacionado afuera, sin pensar que esto podía ocurrir”, se quejó. Sin embargo, la nota negra la pusieron los vigilantes del IREN, que lejos de salir a apoyar al efectivo de la Policía Nacional, que en esos momentos se enfrentaba a los cuatro delincuentes, lo primero que hicieron, apenas escucharon el disparo de advertencia, fue escudarse detrás de los vehículos estacionados en el interior.
Esta actitud fue censurada por varios testigos quienes dijeron que al parecer la idea que tienen los vigilantes sobre la seguridad no va más allá de revisar bolsos y carteras a las mujeres y paquetes y otros objetos a los varones que ingresan al establecimiento de salud.
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