UNA CÁMARA PARA EL CIELO…

En cumplimiento de las comisiones diarias compartí con ellos en múltiples ocasiones teniendo como meta cubrir plenamente el hecho noticioso. Roca se caracterizaba por ser muy mesurado en todo, pero jamás escatimaba esfuerzo para poner, a veces, su vida en peligro, con tal de lograr el mejor ángulo.

Por: Freddy Gálvez Delgado
http://www.prensavirtualtrujillo.blogspot.com/

A fines de la década del setenta, cuando tuve la ocasión de volver a integrar la redacción del diario La Industria de Trujillo, me encontré con tres reporteros gráficos. Américo Barriga, William Infante y Jorge Salcedo Roca, “El Flaco Roca”, como lo llamábamos. Como es de imaginar, todos cumplidores. Américo, bonachón, William, el más dispuesto a hacer sonreír y El Flaco, se distinguió por ser el más tranquilo.

En cumplimiento de las comisiones diarias compartí con ellos en múltiples ocasiones teniendo como meta cubrir plenamente el hecho noticioso. Roca se caracterizaba por ser muy mesurado en todo, pero jamás escatimaba esfuerzo para poner, a veces, su vida en peligro, con tal de lograr el mejor ángulo. Recibió la posta de su padre, quien también se dedicó a tomar fotografías y era muy conocido en la colectividad local.

Compartí con Jorge integrando el equipo de fulbito de La Industria y Satélite en numerosas competencias deportivas entre periodistas. Destacó también en las canchas por sus “largos trancos” y fuerte “pegada”. El año pasado nos encontramos muchas veces. Compartimos en un café de la calle Orbegoso y el almuerzo con ocasión del último aniversario de La Industria, donde hablamos de todo.

Días después, me enteré que se sintió mal en el centro de la ciudad y fue internado en el hospital Lazarte. Hace diez días participé de una concurrida misa por su salud en la capilla de la Catedral. Hoy domingo 16 de marzo, a las dos de la tarde, El Flaco Roca falleció en Lima.

No pude contener las lágrimas al enterarme de su deceso. Es que se siente algo indescriptible en el pecho cuando un amigo se va. Y hoy, no fue la excepción. Jorge. Éste es sólo un paso. No habrá más fotos tuyas para Satélite. Sin embargo, no dudes que tu cámara y su largo lente estarán siempre dispuestos a todo allá en el cielo. A lado del Señor…