Hipólito Dioses Mogollón, dijo que este centro es atendido por 20 personas -entre personal administrativo, profesores y vigilantes-, los ambientes que tienen no son suficientes. La estrechez los obligó a acudir ante la Municipalidad Provincial y del Gobierno Regional para que los apoyen en la construcción de nuevos ambientes.El Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo, que está a cargo del Poder Judicial desde hace 12 años, necesita ampliar su infraestructura para acoger adecuadamente, reeducar y recuperar para la sociedad a los menores de edad que infringieron la Ley y no pueden ir a la cárcel. Su local, que tiene un área de 3,500 m² y está ubicado en la cuadra 2 de la calle Santa Cruz (Chicago), junto a la ex Floresta, fue inspeccionado por el alcalde (e) de la Municipalidad Provincial de Trujillo, Carlos Burmester Landauro, quien comprobó las condiciones en que se encuentran los 54 internos que tiene actualmente.
Solo hay 4 ambientes para dormitorios comunes y en parte de la azotea del segundo piso de uno de sus pabellones se implementaron temporalmente algunas aulas hechas con madera y tripley, además de un patio de formación, losa multideportiva y ambientes administrativos. Según indicó Hipólito Dioses Mogollón, director de este centro atendido por 20 personas -entre personal administrativo, profesores y vigilantes-, los ambientes que tienen no son suficientes. La estrechez los obligó a acudir ante la Municipalidad Provincial y del Gobierno Regional para que los apoyen en la construcción de nuevos ambientes.
“Para cumplir con los objetivos socioeducativos y de reaserción en la sociedad de los menores necesitamos crecer hacia arriba, ya que tampoco tenemos mucho espacio libre”, dijo por su parte el administrador, quien también acompañó al burgomaestre (e) durante el recorrido por cada uno de los ambientes. En este centro hay menores que cumplen condena por participar en acciones de pandillaje, por ejemplo, e incluso estudiantes universitarios que infringieron las normas que contempla la Ley. También hay otro importante número de jóvenes que tienen libertad bajo control, es decir que deben que reportarse periódicamente a este lugar.
Al término del recorrido, Burmester Landauro se sinceró con las autoridades del Centro Juvenil explicándoles que no podía prometerles nada concreto, pero que se comprometía a poner el hombro para canalizar e impulsar las gestiones ante el concejo municipal y el alcalde César Acuña Peralta para darles el apoyo del caso. “Creo que como municipalidad tenemos el deber moral de apoyar a estos jóvenes que quieren reivindicarse ante la sociedad y reinsertarse en ella”, puntualizó.
En el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo se imparten enseñanzas en talleres formativo laborales de carpintería, serigrafía, música y teatro. Estos dos últimos para eliminar tensiones. Igualmente se dan charlas religiosas, las que están a cargo de sacerdotes católicos y pastores evangélicos.
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