El cónsul peruano en Barcelona, Miguel Palomino de la Gala, lamentó el uso "excesivo" de la fuerza y las expresiones xenófobas de efectivos policiales de la guardia urbana en contra de tres ciudadanos peruanos al ser detenidos en la ciudad condal.
El Cónsul del Perú en Barcelona, Miguel Palomino de la Gala, denunció el uso "excesivo" de la fuerza y las expresiones xenófobas de los agentes de la Guardia Urbana que recientemente detuvieron a tres peruanos en esta ciudad del nordeste de España y se quejó de la paralización del expediente para investigar el caso. El cónsul hacía estas declaraciones tras recibir a los tres jóvenes que denunciaron que los agentes de la Guardia Urbana les propinaron una "brutal paliza" en plena calle y profirieron insultos racistas contra ellos a raíz de una discusión con un motorista.
Según Palomino, la responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Asumpta Escarp, le comunicó hoy mismo por escrito que el procedimiento se encuentra en trámite judicial y que, por tanto, el expediente informativo que se abrió tras la denuncia de supuestos malos tratos ha quedado paralizado "hasta la resolución judicial". En la misiva, a la que ha tenido acceso EFE, Escarp también se disculpa ante el cónsul por la "indebida atención" que le ofreció el servicio telefónico de urgencias, ya que la noche de los hechos Palomino se interesó por la situación de los detenidos y, según la propia concejal de Seguridad, la atención recibida "no fue la adecuada".
Tras reiterar su discrepancia con la decisión del Ayuntamiento de paralizar el expediente abierto a los agentes involucrados, el cónsul subrayó que aunque el caso esté en manos de la justicia la Guardia Urbana tendría que revisar sus procesos internos y evitar que se repitan hechos así. Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado día 15, cuando Robinson A.H.C., Jessica Patricia C.R., René Arsenio E.R. y Hilda H.S., circulaban con un turismo por Barcelona y tuvieron un percance con un motorista que repartía pizzas.
Según la denuncia de los jóvenes, el motorista cruzó "de forma intempestiva" el carril en el que circulaban por lo que, cuando se detuvieron ante un semáforo en rojo, el conductor del coche, Robinson, se bajó del vehículo para recriminarle su actitud. Inmediatamente apareció en el lugar una patrulla de la Guardia Urbana que, de acuerdo con su relato, sin mediar palabra abordó bruscamente a Robinson. René Arsenio salió del coche para ayudar a su amigo, ante lo que los agentes, que habían pedido refuerzos, les esposaron, les tumbaron en el suelo, les golpearon y les detuvieron.
Los agentes también detuvieron y golpearon a Jessica que, según su propio relato, había salido del vehículo para pedir ayuda y grabar con su teléfono móvil las agresiones, imágenes que posteriormente dice que fueron borradas por los propios agentes. En cambio, según la Guardia Urbana, el turismo en el que circulaban los denunciantes se saltó un semáforo en rojo porque estaba persiguiendo al conductor de un ciclomotor, al que el coche finalmente hizo caer al suelo de un golpe.
Cuando la patrulla dio el alto al conductor del turismo, prosigue la versión de la Guardia Urbana, éste bajó del coche y empezó a agredir al motorista, por lo que los agentes intervinieron para parar la agresión. Fue entonces cuando el conductor del vehículo empezó a agredir e insultar a los agentes, con la ayuda de otros dos ocupantes del vehículo, por lo que los tres fueron detenidos acusados de una falta de lesiones al conductor del ciclomotor, un delito de lesiones a los agentes y un delito de atentado contra la autoridad. (EFE)
Según Palomino, la responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Asumpta Escarp, le comunicó hoy mismo por escrito que el procedimiento se encuentra en trámite judicial y que, por tanto, el expediente informativo que se abrió tras la denuncia de supuestos malos tratos ha quedado paralizado "hasta la resolución judicial". En la misiva, a la que ha tenido acceso EFE, Escarp también se disculpa ante el cónsul por la "indebida atención" que le ofreció el servicio telefónico de urgencias, ya que la noche de los hechos Palomino se interesó por la situación de los detenidos y, según la propia concejal de Seguridad, la atención recibida "no fue la adecuada".
Tras reiterar su discrepancia con la decisión del Ayuntamiento de paralizar el expediente abierto a los agentes involucrados, el cónsul subrayó que aunque el caso esté en manos de la justicia la Guardia Urbana tendría que revisar sus procesos internos y evitar que se repitan hechos así. Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado día 15, cuando Robinson A.H.C., Jessica Patricia C.R., René Arsenio E.R. y Hilda H.S., circulaban con un turismo por Barcelona y tuvieron un percance con un motorista que repartía pizzas.
Según la denuncia de los jóvenes, el motorista cruzó "de forma intempestiva" el carril en el que circulaban por lo que, cuando se detuvieron ante un semáforo en rojo, el conductor del coche, Robinson, se bajó del vehículo para recriminarle su actitud. Inmediatamente apareció en el lugar una patrulla de la Guardia Urbana que, de acuerdo con su relato, sin mediar palabra abordó bruscamente a Robinson. René Arsenio salió del coche para ayudar a su amigo, ante lo que los agentes, que habían pedido refuerzos, les esposaron, les tumbaron en el suelo, les golpearon y les detuvieron.
Los agentes también detuvieron y golpearon a Jessica que, según su propio relato, había salido del vehículo para pedir ayuda y grabar con su teléfono móvil las agresiones, imágenes que posteriormente dice que fueron borradas por los propios agentes. En cambio, según la Guardia Urbana, el turismo en el que circulaban los denunciantes se saltó un semáforo en rojo porque estaba persiguiendo al conductor de un ciclomotor, al que el coche finalmente hizo caer al suelo de un golpe.
Cuando la patrulla dio el alto al conductor del turismo, prosigue la versión de la Guardia Urbana, éste bajó del coche y empezó a agredir al motorista, por lo que los agentes intervinieron para parar la agresión. Fue entonces cuando el conductor del vehículo empezó a agredir e insultar a los agentes, con la ayuda de otros dos ocupantes del vehículo, por lo que los tres fueron detenidos acusados de una falta de lesiones al conductor del ciclomotor, un delito de lesiones a los agentes y un delito de atentado contra la autoridad. (EFE)
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