¿QUIÉNES SON LOS ILEGALES…?

Quienes están residiendo en otras tierras, cuentan con sus papeles en regla y trabajan honestamente, no hay ninguna persecución. Eso debe quedar claro. La misma actitud adopta el Perú, y los demás estados latinoamericanos, al expulsar a las personas que viven ilegalmente en su territorio y están en todo su derecho…

Por: Freddy Gálvez Delgado

La futura aplicación de la Ley de Inmigración de la Unión Europea y las últimas expulsiones de ilegales efectuadas por Estados Unidos, ha merecido las más diversas opiniones. Todos los gobiernos latinoamericanos se han pronunciado contra las radicales medidas de la llamada Ley del Retorno. Hace poco, una familia entera, con casa propia y negocio establecido en Norteamérica, fue detenida y, en una semana, deportada al Perú.

Entrevistado el padre, manifestó que hace catorce años viajó a la nación del norte solicitando asilo político. Era la aciaga época del terrorismo vivida en nuestro medio en que varias naciones abrieron sus puertas a los perseguidos por sus ideas y acciones. Buena cantidad de ellos, justificando motivos, gozan de la ansiada tranquilidad en distintas partes del mundo.

Sin embargo, hubo quienes al carecer de los argumentos requeridos, para demostrar su situación, debieron regresar. Pero prefirieron burlar las leyes y se quedaron en calidad de ilegales. Debemos reconocer que muchos otros, cansados de las limitaciones económicas que padecemos, fraguaron documentos para poder viajar. Todos recordamos que se falsificaron partidas de nacimiento y matrimonio en varias municipalidades del país para emigrar a Japón.

Otros, más avezados y en sorprendente decisión, hasta se sometieron a cirugías faciales para aparentar rasgos orientales. Resulta que el gobierno oriental autorizó abrir sus puertas únicamente a los japoneses y sus descendientes. Es decir que ningún peruano nato, si no fuera por una beca, estudios o en casos especiales, podía ingresar al País del Sol Naciente para trabajar.

Claro que no se contó con la astucia, ni el descaro de los connacionales, muchos de los cuales aún residen ilegalmente en el archipiélago. Huyendo en cada redada de la “migra”. El objetivo del control y las exigencias es evitar que personas con antecedentes trastornen el orden establecido en los lugares donde ingresan, como ha ocurrido en algunas ocasiones.

Tanto en el caso del asilo político u otros argumentos esgrimidos mintiendo, como en la falsa descendencia, se ha cometido un delito. Y la catalogación propia es la ilegalidad, contra la que está dirigida la ley de inmigración en el extranjero. Quienes están residiendo en otras tierras, cuentan con sus papeles en regla y trabajan honestamente, no hay ninguna persecución. Eso debe quedar claro. La misma actitud adopta el Perú, y los demás estados latinoamericanos, al expulsar a las personas que viven ilegalmente en su territorio y están en todo su derecho…