La intervención municipal contó con apoyo de la empresa Hidrandina, cuyo personal procedió primero a verificar si las instalaciones eléctricas estaban en regla, comprobándose que estas eran clandestinas, subterráneas y precarias.
Un kiosco que ocupaba desde hace buen tiempo parte de la vía publica, en la intersección de avenida España y jirón Gamarra fue intervenido por personal de Seguridad Ciudadana, desmontado y llevado al depósito municipal, donde será retenido hasta concluir el proceso iniciado a su conductor por su irregular funcionamiento.
El kiosco es blanco y metálico. Pertenece a Mario Antonio López Arangurí y estaba ubicado sobre parte de la vereda. Según denunciaron algunos vecinos, el kiosco paraba cerrado en el día y abría por las noches. Incluso cuando cerraba se veía que su interior seguía iluminado. Su conductor utilizaba el kiosco para ir a dormir, agregaron los quejosos, aunque alertaron que por estar cerca al colegio Antonio Raymondi le pudo haber estado dando otro tipo de uso.
La intervención municipal contó con apoyo de la empresa Hidrandina, cuyo personal procedió primero a verificar si las instalaciones eléctricas estaban en regla, comprobándose que estas eran clandestinas, subterráneas y precarias.
De inmediato se procedió a levantar el Acta de Intervención de Suministro N 023825-08, pues el citado kiosco no contaba con medidor, fusibles, número de suministro, ni código de acometida eléctrica. Al final se procedió a decomisar los cables utilizados para robar energía del tendido para alumbrado público.
Un kiosco que ocupaba desde hace buen tiempo parte de la vía publica, en la intersección de avenida España y jirón Gamarra fue intervenido por personal de Seguridad Ciudadana, desmontado y llevado al depósito municipal, donde será retenido hasta concluir el proceso iniciado a su conductor por su irregular funcionamiento.
El kiosco es blanco y metálico. Pertenece a Mario Antonio López Arangurí y estaba ubicado sobre parte de la vereda. Según denunciaron algunos vecinos, el kiosco paraba cerrado en el día y abría por las noches. Incluso cuando cerraba se veía que su interior seguía iluminado. Su conductor utilizaba el kiosco para ir a dormir, agregaron los quejosos, aunque alertaron que por estar cerca al colegio Antonio Raymondi le pudo haber estado dando otro tipo de uso.
La intervención municipal contó con apoyo de la empresa Hidrandina, cuyo personal procedió primero a verificar si las instalaciones eléctricas estaban en regla, comprobándose que estas eran clandestinas, subterráneas y precarias.
De inmediato se procedió a levantar el Acta de Intervención de Suministro N 023825-08, pues el citado kiosco no contaba con medidor, fusibles, número de suministro, ni código de acometida eléctrica. Al final se procedió a decomisar los cables utilizados para robar energía del tendido para alumbrado público.
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