María Soledad Castope Melgarejo no sospechó las malas intenciones de la mujer, a quien describió como a una joven delgada, de tez trigueña, 1.60 mts. de estatura aproximadamente, con el pelo pintado de rubio, de rostro alargado y que vestía ropa blanca, dando la apariencia de trabajar en algún Centro de Salud.Pacasmayo.- Abrirle la puerta de su vivienda a una extraña le costó muy caro a una humilde madre de familia del sector La Greda en el distrito de Pacasmayo. María Soledad Castope Melgarejo (25), aún no sale de su consternación y cree que todo lo sucedido no es más que el producto de una pesadilla que vive como resultado del profundo sueño al que cayó luego de beber un jugo que le ofreció una supuesta enfermera que hizo pasar a su casa porque le dijo que tenía que hacerle análisis de sangre para detectarle si había contraído alguna enfermedad peligrosa.
Castope Melgarejo no sospechó las malas intenciones de la mujer, a quien describió como a una joven delgada, de tez trigueña, 1.60 mts. de estatura aproximadamente, con el pelo pintado de rubio, de rostro alargado y que vestía ropa blanca, dando la apariencia de trabajar en algún Centro de Salud. En la vivienda solo se encontraba acompañada de su hermana Luz Elena (14), quien había llegado de visita, y de sus dos menores hijos, el mayor de tres años y el bebé de nueve meses.
Eran aproximadamente, las 18:30 horas (23:30 GMT) del último viernes, y su conviviente, padre de los pequeños, Segundo Rolando Huingo Jara, se encontraba en el trabajo que tiene como descargador de minerales en la empresa Cementos Pacasmayo. Según relata la joven madre, la falsa enfermera ya había llegado anteriormente por esos lugares, y que en esa oportunidad volvió a visitarla para convencerla que tenía que sacarle una muestra de sangre.
Luego de extraerles la muestra, les ofreció una botellita de jugo de frutas. Es lo último que recuerda Luz Elena, quien cogió a su pequeño sobrino y se fue a descansar porque sintió mucho sueño. La madre del pequeño Fernandito se quedó en la primera pieza de la casa con la extraña mujer, en esos momentos hubo un apagón en toda la ciudad, es lo último que recuerda. Cuando despertó ya era cerca de las once de la noche y fue a buscar a su pequeño para darle el seno, pero se dio con la ingrata sorpresa de que José Fernando Huingo Castope, de tan sólo nueve meses de edad, ya no se encontraba con ellas.
Lo buscaron vanamente, por todos lados de la vivienda, para ello ya había vuelto el fluido eléctrico. Al no hallarlo por ningún lado optaron por dar parte de lo ocurrido a la Comisaría de Pacasmayo, en donde el Mayor PNP Félix Torres Cobeñas dispuso las primeras investigaciones, y luego de tomar las manifestaciones de los familiares más cercanos de Fernandito, trasladó el caso para que sea visto por la Seincri de la División Policial de Pacasmayo.
Por la modalidad de los hechos se teme que sea un nuevo caso de traficantes de niños que estarían operando por esta zona, especialmente, entre los moradores de Asentamientos Humanos y Centros Poblados, como registra similares casos ocurridos en otras ciudades, por lo que se previene a la ciudadanía, tomar las debidas precauciones. Asimismo, se hace un llamado a quienes puedan brindar algún tipo de información, que ayude a las investigaciones, lo haga llegar al centro policial más cercano.
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